1. El presidente


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... he grabado algunas imágenes muy interesantes de vecinas y vecinos desnudos en su casa y de dos parejas follando con las ventanas abiertas (joder con los cincuentones del segundo piso del bloque cuatro, cómo se lo montan con juguetitos sexuales). Está muy revuelta la primavera y hace bastante calor, de hecho el próximo fin de semana abrimos la temporada de la piscina.
    
    Sorpresa al tercer día de vigilancia pasadas las once de la noche: Manu, hijo menor de Nela, junto con otros dos jóvenes de la urbanización, está abriendo un coche de donde se llevan una raqueta depaddel y una mochila deportiva de marca. Vaya, vaya.
    
    Dos noches más tarde he dejado muy a la vista en mi coche, sin echar la llave a las cerraduras, una bolsa de deporte de donde asoman dos raquetas de tenis, tres cartones de tabaco rubio y un teléfono móvil desechable en el salpicadero (he calculado que el valor de todo ello es superior al mínimo que distingue legalmente entre faltas y delitos). El anzuelo es perfecto, de nuevo los tres chicos abren el coche, se llevan los objetos y los ocultan cerca de los juegos infantiles, en una pequeña construcción de madera que aloja una estación meteorológica que vigila y mantiene un vecino ya jubilado que esmeteorólogo voluntario. Todo queda perfectamente grabado. ¡Bingo!.
    
    Es tal la alegría que me llevo que me excito como un verraco. Enfoco el telescopio hacia la casa de Nela —lo he hecho muchas veces sin obtener resultado alguno— pero no hay luz y las ventanas están ...
    ... cerradas, ni ella ni su hija parecen ser especialmente exhibicionistas o descuidadas a la hora de desvestirse, nunca les he visto, así que me hago una paja pensando en que pronto, muy probablemente, voy a disfrutar de esa rubia que me tiene comida la moral.
    
    A la mañana siguiente me acerco temprano a la caseta de madera. Como tengo todas las llaves no me cuesta mucho localizar una gran caja metálica dentro de la cual hay unas dos docenas de objetos, los que han desaparecido de los automóviles. Hago fotografías con el móvil y todo lo dejo tal y como estaba.
    
    De nuevo esta pasada noche ha desaparecido una bolsa de un coche conteniendo dos botellas de ginebra y, por supuesto, lo dejo convenientemente grabado con los mismos protagonistas juveniles estelares.
    
    Son cerca de las cuatro de la tarde, veo salir camino de sus clases de inglés a los hijos de Nela —Manu, de dieciséis años y Eva, de diecisiete— y cuando unos minutos después ella sale del ascensor, me hago el encontradizo.
    
    —Hola Alfredo, buenas tardes
    
    —Hola, iba a dejarte este sobre a tu nombre en el cajetín postal, pero creo que mejor ves ahora lo que contiene, te interesa
    
    Le entrego un sobre de papel manila en el que hay diez fotografías en las que aparece su hijo (se ve perfectamente que es él, no queda lugar para la duda) robando en los coches del aparcamiento. En un primer momento Nela tiene cara de curiosidad sumada a un gesto de contrariedad por tener que atenderme, pero tras un primer vistazo, cambia ...
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