1. El presidente


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... su faz a una expresión de preocupación y un cierto tono de temor en la voz.
    
    —¿Esto qué es?
    
    —Lo que ves. Vamos a tu casa para que podamos conversar
    
    Subimos al tercer piso y nada más cerrar la puerta de su vivienda empiezo a hablar con una voz dura e impersonal.
    
    —Desde hace unas dos semanas tu hijo se está dedicando a robar en los coches de los vecinos como puedes ver en las fotografías. Antes de ir a la comisaría he querido decírtelo, porque esto es muy serio y puede tener consecuencias graves para él y para vuestra familia
    
    —No, por favor, no presentes denuncia a la policía
    
    —Algunos vecinos lo están pidiendo, están muy preocupados porque nunca había sucedido algo así
    
    —Yo hablaré con él hoy mismo y se terminarán los robos inmediatamente. Si es necesario indemnizaré a los afectados y devolverá todo lo que haya cogido
    
    —Por supuesto que se van a terminar los robos, pero no sé si debotapar este asunto ahora que soy presidente de la comunidad de propietarios
    
    —Por favor Alfredo, seguro que se trata de una chiquillada y si presentas denuncia le puede complicar mucho la vida de cara a su futuro
    
    —Chiquillada no es porque lo repiten casi a diario y se han hecho con objetos que valen un dinero importante y, además, están provocando desconfianza y recelos en la vida vecinal, en una comunidad tranquila y sin problemas de este tipo hasta ahora. No te voy a engañar, sólo se me ocurre una manera de que yo pueda olvidar este asunto. Te habrás dado cuenta de lo ...
    ... mucho que me gustas, te tengo unas ganas locas, así que si me das sexo tal y como yo quiera, no presentaré denuncia y daré los pasos oportunos para devolver lo robado sin que nadie sepa nunca quienes han sido
    
    La cara de Nela es todo un poema. Abre la boca tres o cuatro veces sin emitir sonido alguno, pasa de una expresión de sorpresa y pasmo a poner cara de enfado, de indignación, de dignidad ofendida.
    
    —Estás loco, eres un guarro degenerado, un pervertido, cómo se te ocurre…
    
    —Allá tú, es tu hijo el que pasará un par de años en un centro penitenciario juvenil. ¿Le gusta mamar polla?, se va a hinchar tan rubito y guapetón como es
    
    Me levanto del sofá en el que estoy sentado y encamino mis pasos hacia la puerta del piso. Por un momento me embarga una tremenda sensación de fracaso, pero antes de que abra la puerta oigo decir a Nela:
    
    —Espera. No puedo creer que me estés chantajeando, no puede ser, pídeme dinero si quieres, pero no me pidas mi cuerpo, no seas cabrón
    
    —No te enteras, rubia, lo único que quiero es que me des gusto, follarte cuando y como me apetezca, ¿entendido? Es el momento de decidir si vas a empezar a darle vaselina al culo de tu hijo o a follar conmigo
    
    De nuevo distintos matices cruzan la expresión del rostro de Nela, que se retuerce las manos (mientras espero, de la calentura que tengo, hasta me pasa por la cabeza la posibilidad de obligarle físicamente, de violarla) y termina diciendo lo que mis oídos necesitan oír.
    
    —No puedo hacerlo, es ...
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