1. Ari: Prisionero de Mi Piel XIX


    Fecha: 07/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... con la voz quebrada.
    —Tal vez —admitió—. Pero soy tu patán, ¿no?
    
    No pude contener una pequeña sonrisa entre lágrimas. Él me la devolvió, con esa expresión que siempre conseguía desarmarme.
    No sé en qué momento mi enojo empezó a deshacerse. Jordán parado frente a mí, con esa mirada desafiante que siempre me roba el aire. Jordan tenía algo… algo que no sabía si odiar o amar, pero que me arrastraba hacia él sin remedio.
    —Eres insoportable —le dije, casi riendo entre lágrimas.
    Jordán se acercó, lento, con esa seguridad que me hacía temblar por dentro. No tuve fuerzas para retroceder. Su mano rozó mi brazo, apenas un toque, pero suficiente para hacerme cerrar los ojos.
    
    Sentí cómo el calor subía por mi piel. Su imponente corpulencia me hacía perder el control. Quise mantener mi orgullo, pero era inútil. Jordan tenía una forma de acercarse que me desarmaba, ese hombre me tenia completamente dominada.
    Mis manos, sin pensarlo, buscaron su pecho. Jordan me acarició el rostro con el dorso de la mano, y después bajó lentamente hacia mi cuello. Su toque era suave, pero tenía esa firmeza suya, esa forma de hacerme sentir que no había nada más importante en el mundo que ese instante.
    
    Yo cerré los ojos. No hacía falta decir nada más. El silencio entre nosotros era más elocuente que cualquier palabra.
    Lo abracé fuerte, por amor, por necesidad, por miedo a perderlo. Sentí sus manos rodearme, fuertes y seguras, me sentía protegida, segura a su lado.
    
    Sus caricias hicieron que ...
    ... me tiré encima de Jordán y lo empecé a devorar a besos, él me apretaba fuerte mis nalgotas.
    Le quité la camisa, le desabroché el pantalón, bajé mi cuerpo y me arrodillé en la alfombra mientras le quitaba el pantalón, el calzoncillo, las medias y dejé a ese macho, a ese Anubis completamente desnudo, su cuerpo me dejaba sin respiración, era un monumento de hombre. Jordán se recostó hacia atrás en el sofá con cada brazo al costado del respaldar y me dejó hacer lo mío.
    Empecé a saborear de ese penesote hermoso y viril, me estaba acostumbrando a su sabor, su olor intoxicante, estaba chupando su glande, disfrutando de ese fresón, y de golpe me metí toda esa barra en la boca, sentía como crecía aún más en mi boca. Realmente adoraba la verga de Jordan, tenía unas venas gruesas que acariciaba con mi lengua, subiendo y bajando, le comencé a hablar mientras le daba una mamada increíble y lo miraba fijamente a los ojos.
    
    – ¿te gusta mi amor? ¿te gusta cómo te la chupa tu mujercita? Argh me la metía toda
    – si chiquita, sigue así preciosa, um, que culazo tienes, redondito, te lo voy a dejar lleno con mi leche. Me decía mientras miraba mi colita que aparecía por detrás de mí de manera sensual con mis panties y mi tanguita.
    – uhm amor, ¿me lo prometes? Uhm ¿te gusto cielo? Me he puesto linda para ti bebé. Empecé a levantar mi cola lo más que podía
    – estás riquísima Ari, y aún más hermosa con mi verga en tu boca.
    
    Me estaba poniendo demasiado cachonda, empecé a subir por su pecho, ...
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