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Mi hermana Julia - 6 -
Fecha: 21/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... toda su superficie. Temeroso de que ya tuviera líquido pre seminal en su abertura, quise advertir de ello a Julia. - Cariño; es posible que me salga alguna gota de semen. Ten cuidado; quizá no te guste su sabor. - Ya lo he notado, mi amor, pero ¿Cómo no me va a gustar lo que es tu precioso néctar? Yo también te voy a regar con mis flujos. Ya conoces a qué saben y sé que te gusta. Disfrútalo; yo también lo haré. Pronto empecé a sentir que un calor muy agradable rodeaba mi glande. Mi querida hermana se lo había metido en la boca y yo hice lo propio con su clítoris; lo aprisioné entre mis dientes y lo mordí con muchísimo cuidado de no lastimarle. Julia movió un poco su pelvis para facilitar mi trabajo y los dos continuamos durante un tiempo manteniéndonos unidos a través de cada boca. - Amor, si quieres empuja con tu polla; quiero tragar todo lo que pueda, pero hazlo con cuidado, no me vaya a atragantar. Ya he lamido algunas, pero nunca he intentado tragarlas. Contigo lo intentaré. - Pues, cariño; yo no podré tragarme tu coño, y ya que me gustaría. - Tonto; sigue, que lo estás haciendo muy bien. Julia metió en su boca lo que pudo de mi polla y yo dirigí mi lengua a la entrada de su coño y la fui desplazando arriba y abajo a lo largo de su rajita, una vez descubierta tras los labios de su vulva. A lo largo de estas maniobras Julia inició lo que luego se convertiría en un torrente de flujo vaginal. Su líquido empezó a fluir desde el interior de su cueva y llegó a la entrada, ...
... donde pude degustarlo con la punta de la lengua. Lo llevé al interior de mi boca y probé su sabor, agridulce y un poco salado. ¡Cuánto me gustó! Era el néctar de mi hermana, parte de su ser más íntimo, que ahora me regalaba. -Jamás había soñado con esto. Verla desnuda, sí. Pero esto superaba todas mis expectativas-. Sentir la calidez de la boca de Julia rodeando mi glande hizo que mi excitación alcanzase tal grado de intensidad que me retiré un poco para evitar volcar todo mi semen en su boca. Me parecía un abuso no advertirle del peligro que corría si no rebajaba algo su felación. Estaba a punto de correrme. Cuando se lo dije, Julia me respondió que a ella no le importaba. - Mi amor: córrete cuando quieras y dónde quieras. Ya he dicho que te la resucitaré. No me voy a conformar con que te corras una sola vez. Sé que eres capaz de repetir dos o tres veces más. Lo sé. - Cariño; haz tú lo mismo. Ya me guiarás para que tengas, no uno sino todos los orgasmos de que seas capaz. Haré lo que me pidas. Continuamos con nuestras exploraciones en la respectiva fuente de placer de cada uno. Julia siguió alternando sus lamidas a mi falo y su introducción en el interior de su boca, y yo saqué jugos del coño de Julia no solo con la lengua, sino a través de la introducción de un par de dedos, que retiraba repletos de sus flujos vaginales y llevaba a mi boca. Julia aumentó el rimo del movimiento de su pelvis y yo intensifiqué la velocidad de entrada y salida de mis dedos en su coño, al tiempo que ...