1. Confesiones de un aficionado


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos

    Tal como acordamos os mando lo que he vivido en el mundo del D/s, tanto en su vertiente real como en la virtual. Como comprobareis por la primera no es bagaje suficiente para pontificar sobre el BDSM. Mis reflexiones al respecto se basan mucho más en conversaciones a través de Internet con sumisas reales y también solo ciber. No sabéis la cantidad de fieles esposas y madres de familia que subliman sus inclinaciones por este medio. Debo aclarar que la mayoría de ellas lo hicieron con la mayor libertad, bien porque no tenían conmigo ninguna relación de pertenencia, o porque así estaba pactado entre nosotros. Otras lo hicieron bajo la presión del interrogatorio, una de mis prácticas habituales en las relaciones D/s, imprescindible a mi juicio para sacar a la luz determinadas respuestas ocultas. Para mí, conocer todo sobre la sumisa, hurgar en su pasado, extraerle sus más recónditos y oscuros recuerdos, es uno de los actos supremos de la dominación. En algunos casos eso solo es posible mediante una gran presión. Digámoslo claro... bajo tortura. Yo lo practiqué con todas mis sumisas reales y también con las virtuales, pero soy consciente de que solo se pueden obtener resultados satisfactorios y fiables cara a cara.
    
    Como leeréis se trata de una enumeración de hechos y fechas redactada con la concreción que exige la comprensión, pasando de satisfacer curiosidades morbosas. Así y todo comprobareis que puedo haber cargado la tinta en algún pasaje. Si lo he hecho no ha sido con ...
    ... intención de estimular la libido de nadie sino por significar ante todos la intensa emoción que me produjo.
    
    Abandoné para siempre mi actividad como Amo real, justo en el momento en que empecé una relación sentimental estable con la que hoy es mi mujer. Comencé con este rol a consecuencia de conocer a Stella en navidades de 1980; nos gustamos, y al poco tiempo nos hicimos novios más o menos formales. Era bastante más joven que yo, solo 19 años, éramos del mismo pueblo y era una estudiante muy aventajada. Pasado un cierto tiempo comenzamos a introducir juegos sadomasoquistas en nuestras relaciones sexuales. Tanto ella como yo leíamos novelas y cómics de este tema. Siempre he sido sensible a ese mundo pero hasta el momento solo estaba presente en mis lecturas y fantasías. Al principio solo eran ligeras manipulaciones nada importantes; participábamos a partes iguales, pero poco a poco fuimos decantándonos hacia la misma dirección: ella de víctima y yo su verdugo. Las inocentes travesuras fueron haciéndose con el tiempo más y más duras. Conforme fueron ganando en intensidad, ella más gozaba... y yo lo mismo. Hasta tal punto se hizo necesario para ambos este tipo de relación que dejamos de practicar el sexo en la forma común. Ella parecía transfigurarse cada vez que iniciábamos una sesión. En la vida real se comportaba como lo que era: una chica lista y desenvuelta, independiente y algo arrogante, pero en la intimidad de nuestra “cámara de tortura” se convertía en un ser dócil y ...
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