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LO PRIMERO QUE SE VE
Fecha: 17/11/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... a quejar? -Su esposa; ella va a decir que no hice nada… - ¡Amalia ya sabe que “le voy hacer perder tiempo”! -No importa. Le diré que te dije que te fueras a casa porque te dolía la pansa… - ¡Se acabó la formalidad! No hubo en ella el menor atisbo de desagrado o inquietud. -¡Jajaja! ¡No creo que se lo trague! – ¡La “disposición” de Amalia es total! -No te hagás problema. Yo me arreglo. – Ella sabe cuál es el resultado de nuestra “conversación”. Lo viene madurando – lo “venimos” madurando –, desde el primer minuto. Cuando vino por primera vez, tal como dije, era una modesta trabajadora domiciliaria. Mis miradas y mis palabras, cambiaron su “carácter”. El primer día estaba muy común y discretamente vestida, sencilla y segura, como para trabajar en una vivienda, aunque era imposible disimular las gloriosas tetas y culo que ostentaba. Y a partir de allí fue cambiando. Tal como dije: mis palabras… y sobre todo mis miradas, la fueron “transformando”. Muy pronto notó que mi golosa entrepierna se erguía en su homenaje…, ¡y ella lo alentó! Sus miradas, el balanceo del culo, los generosos escotes…, todo iba hacia el mismo destino: ¡la cama! Por supuesto, nada de esto sucedía en presencia de mi esposa…; la cosa se manifiesta cuando no está. Amalia no es destructora de hogares…; solamente quiere fortalecer la felicidad… tanto de ella como la mía. Tal como dije, Amalia alentaba nuestra felicidad, favoreciendo mi toqueteo, amasadas, besos y chupadas, al paso, cuando no era ...
... posible de otra manera, y mucho más profundo cuando estábamos solos y la cama se ofrecía generosa para refregar nuestros cuerpos en ella. No esperé más. Me levanté y di los dos pasos que me separaban de ella. La tomé de la cintura y el cuello. Giró apenas, pasando su brazo por mi cuello, mientras una de mis manos iba bajo su pollera, acariciando su encharcada entrepierna, la otra sobaba sus tetas por bajo la blusa. El beso de lengua fue batallado durante varios minutos. Llevó ambas manos para retirarme el cinto del vaquero. ¡Pero no le di tiempo! Retiré su blusa, ella levantó los brazos y, ante la ausencia de corpiño, sus pezones quedaron expuestos antes mis labios. Yo besaba, chupaba, lamía… En una de las tetas mi boca; en la otra mi mano. Amasaba ambas, mientras mi boca las recorría. ¡Qué maravilla! ¡Y que hermosa entrega la de la hembra! No pasaron más de tres minutos… Totalmente relajada. La acosté sobre el escritorio, haciendo el lugar correspondiente. Amalia voluptuosa gordita con el culo y las tetas con las dimensiones exactas para darme todo el placer del mundo. Poéticamente depilada, dejando un tentador corazoncito sobre el monte de venus. ¿Tendrá destino ese corazón? ¿O sería de uso universal? Con mi lengua entre sus labios menores y mi pulgar en el clítoris, traté de develar la incógnita. Por lo pronto, su elixir es pegajoso y dulzón. El clítoris pronto se convirtió en una pequeña pijita de tres centímetros con el granito descapullado. Y los labios acunaban ...