Despedida de soltera - Relatos Eróticos

Despedida de soltera

Se iba a casar mi tía la solterona, por aquel entonces tenía cuarenta y cinco años era la hermana pequeña de mi padre. 

Las compañeras de trabajo le habían preparado una despedida en la capital de una provincia cercana y a mí también me habían invitado aunque pensaba que me iba a aburrir con las compañeras y alguna amiga de mi tía ya que todas eran bastante mayor que yo. 

Mi tía como ya ha dicho con cuarenta y cinco años y dos de las compañeras de trabajo 50 Felisa y 53 Carmen estas por lo que yo veía estaba solteras más dos amigas de la infancia con las que esta había estudiado por consiguiente de la misma edad estas ambas casadas y con niños. 

No pudo ser el coger un apartamento entero para nosotras por lo que en un principio iban a ser tres habitaciones y al final por falta de planificación se quedó en dos habitaciones tipo suite. 

Todo empezó siendo muy divertido a las amigas de mi tía ya las conocía de vista y las compañeras de trabajo me parecieron súper simpáticas ambas muy agradables. 

Carmen era una mujer con curvas un buen culo y un par de buenos melones rondaría un metro setenta de altura atractiva y mi risueña. 

Felisa era más delgada su cuerpo con menos curvas menos pecho y bastante fibrosa deporte y presumía de una dieta poco calórica. 

Todas íbamos bastante sexys aunque las dos amigas de mi tía Iván ambas con pantalón más recatadas. 

Carmen llevaba un vestido en el que sus voluminosos pechos estaban casi a la vista y sus piernas ...

... pantorrillas y muslos los exhibía al andar al bailar o simplemente asentarse en cualquier taburete o silla bastante despreocupada. 

Felisa vestía una minifalda y un top en el que claramente su pequeño pecho iba sin sujetador. 

Mi tía iba con una minifalda también una blusa y un chaleco sexy pero discreta. 

Yo llevo una minifaldita de volantes y un top símil a piel con la espalda al descubierto dejando claramente la ausencia de sujetador, y eso que tengo una buena talla de pecho. 

Ya en la comida el alcohol comenzó a fluir y el cachondeo fue en aumento coqueteando con hombres de todas las edades a los que les dejábamos a las claras con las ganas de algo más. 

Felisa comentó a mi tía que le diese las bragas antes de que las perdiese, hoy esto y me quedé un poco atónita pero ambas se dirigieron a los servicios. 

Después habló con Carmen y ambas dieron el mismo camino. 

Pensé y supuse que era algún tipo de ritual y ahí se quedó la cosa hasta que un rato después me dirigí hacia el baño, venía Carmen tras de mí y entro conmigo. 

Esta me preguntó si me molestaba, yo ya había compartido baño con compañeras y mi madre o incluso mi tía pero no me imaginaba aquella situación. 

Levanté mi falda baje mis bragas y me puse a orinar Carmen sonreía y se le notaba su embriaguez, cariño me tienes que dar tus braguitas tengo las de tu tía y las de Felisa y me faltan las tuyas. 

Le pregunté para que el porqué y ella riéndose se acercó dándome un beso en la mejilla me dijo ...