Despedida de soltera - Relatos Eróticos

Despedida de soltera

... cara molestando sus pezones hasta que probé aquellos más pequeños más duros más turgentes pero igual de sensibles. 

Carmen me había hecho sentarme sobre su cara y me estaba comiendo el coño y el culo frenéticamente mientras yo ahora me inclinaba para saborear el de Carmen tenía un brillo y una humedad extrema y cuando mi boca sintió aquel olor aquella humedad y  su sabor comencé frenéticamente a saborear aquella concha su coño era rojizo una raja profunda y no tenía bien depilado quitando la parte de arriba mi boca fue succionando cada jugo que de allí salia.

Fue Felisa la volteo y yo sentada sobre la espalda de Carmen ambas habríamos sus nalgas para ver aquel orificio palpitante de color marrón podía ver como aquella lengua se perdía dentro y como parecía que tenía vida propia aquel ano yo comencé a hacer lo mismo no sentía ningún escrúpulo de hacerlo como loca mi lengua cada vez entraba más y esta gemía y se retorcía de placer Carmen había conseguido dos orgasmos y ahora Felisa poniéndose a cuatro patas y abriéndose ella misma las nalgas me lo ofrecía a mí. 

Comencé pasando mi lengua de arriba abajo pero poco a poco fui acercándome y explorando aquel diminuto agujero enseguida conseguí atravesar su esfínter y así en pocos minutos darle placer suficiente para su primer orgasmo. 

Cuando me quise dar cuenta Carmen tenía atado a su cintura un buen consolador, quieres sentir veinte centímetros por cinco de diámetro en tu coñito, me tumbé boca arriba y ya está no se ...

... hizo de rogar me lo clavó hasta el fondo y comenzó a hacer los movimientos para follarme Carmen se movía bruscamente haciéndome sentir el peso de su cuerpo. 

Entonces Felisa blandía otro arnés con un consolador algo más corto y delgado. 

Te hace doble penetración, no dije nada Carmen se levantó y se quemó boca arriba indicándome Felisa que me tumbase sobre ella dejando expuesto mi culo en pocos minutos sentí como aquellas dos mujeres imbatientes el interior de mi cuerpo hasta el punto que en pocos minutos tuve otros dos orgasmos quedándome casi catatónica sobre aquella cama, puede sentir sus bocas sus lenguas comerme el coño y follarme de vez en cuando al igual que besarme con ellas pero todo ya fue casi entre sueños. 

A la mañana me desperté con los besos y caricias de ambas mujeres, preguntándome si me encontraba bien les dije que sí aunque sentía que mi ano me ardía, Carmen confesó que había conseguido meterme aquellos 20 centímetros en mi culo y me había estado follando mientras me había estado comiendo el coño de Felisa algo que sinceramente no recordaba. 

Me fui a la ducha donde calmero mi ano y el calor de mi cuerpo, ambas mujeres me confesaron que mi tía no sabía nada de sus apetencias sexuales a pesar de que Felisa sí que estaba fuera del armario y mi tía lo sabía lo de Carmen y ella no tenía ni idea. 

Ambas habían disfrutado de mí y me habían hecho disfrutar y estaban dispuestas a repetir si yo quería. 

Bese a ambas mujeres en la boca con mi mejor ...