Despedida de soltera - Relatos Eróticos

Despedida de soltera

... que haría la noche más divertida. 

Me las quité las doble un poco y se las entrega esta las guardo en su bolso donde me enseñó las suyas las de mi tía y Felisa. 

Sobre las dos de la mañana las amigas de mi tía decidieron irse y se llevaron a esta que estaba bastante perjudicada y había vomitado incluso. 

Yo no pintaba demasiado con ellas pero reconozco que tenía ganas de marcha una especie de excitación por ir sin bragas.

Cuando nos quedamos solas las tres ellas se encargaron de quitarme a los moscones chicos que buscaban carne fresca. 

En el tema aquel las tres coincidíamos en qué todos los tipos que se acercaban eran unos babosos. 

Felisa fue la que comentó de irnos a un bar más tranquilo, Carmen aceptó inmediatamente y yo simplemente me dejé llevar. 

Felisa en el camino me comentó que era un bar para chicas, yo sin entender a qué se refería al principio alegremente dije que era guay, Carmen me cogió por la cintura y Felisa por los hombros así nos fuimos hasta a qué local. 

No tardé en darme cuenta en que el local era de lesbianas, me quedé un tanto cortada pero no supe cómo reaccionar así que no le di mayor importancia. 

Pedimos otra copa Felisa en aquel local era conocida tanto por chicas de mi edad o más o menos como por mujeres maduras, el ver a mujeres besándose apasionadamente no me resultaba desagradable ya que había conocido a más de una chica lesbiana en mi entorno. 

Carmen me preguntó si estaba a gusto o si me sentía violentada. ...

... 

Yo sin pensar demasiado lo que de mi boca salió le contesté que era de mente abierta y por supuesto que no era homófoga.

Felisa tenía su espalda apoyada contra la pared sentada en taburete con las piernas bien abiertas me cogió de la cintura y me acerco hacia ella. 

Una pregunta que me dejó un tanto indefensa, cuánto de mente abierta eres......... No me dio tiempo a decirle nada sentí como sus manos habían bajado de mi cintura a mi trasero y como no manoseaba yo la miraba fijamente a la cara a sus ojos como esperando algo más sin saber el qué. 

Esta mi impasibilidad o mi silencio lo debió coger como una invitación a algo más, sus manos se deslizaron bajo mi mini falda ahora amasando mis nalgas desnudas. 

Le dejé hacer no sé si porque me sentía caliente por el alcohol o por no montar una escena. 

Carmen aprovechó la situación pegando su cuerpo contra el mío y besándome en el cuello y metiendo su lengua en mi oído. 

Sentía un mareo mayor que el del alcohol se me iba la cabeza se me nublaba la vista. 

Felisa beso mi boca y yo me dejé hacer sentía como mi lengua jugaba con la suya dentro de mi boca hasta que esta me giro y Carmen ocupó su lugar dándome ahora yo también un buen homenaje con su lengua ya cruzando a su boca. 

Sentía la humedad de mi chichi y el calor de ambas mujeres en mi cuerpo durante un buen rato ambas se aprovecharon de sumándome mientras trasero apretando mis pechos incluso deslizando algunos dedos en mí vulva.

Después de estar un ...