-
MI ABUELA REMEDIOS LA DOMINATRIX Y YO SU ESTUPIDO ESCLAVO, PARTE 1
Fecha: 18/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: scatgummi, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... silla que había al lado de la cama. Giré la mirada con mucho esfuerzo, ya que el collar anudado al barrote por el candado apenas me lo permitía.Con el movimiento forzado, pude ver su coño, lleno de pelos que me daban repulsión. No llevaba bragas ya que estaban en mi boca bien apretadas. Ella estaba sentada en la silla, con las piernas abiertas, y contemplé un enorme coño que me dio repugnancia, grande y lleno de pelo, era asqueroso. Pero por algún motivo que no comprendía, me excitó de forma sobrenatural. Fue entonces cuando, a pesar de la humillación y el dolor de mi culo, mi pene se puso erecto. Ella lo observó y su rostro se ensombreció con una furia súbita. Con un tono serio y cortante, dijo: "Vaya, vaya... también eres un cerdo asqueroso pervertido. Te aseguro que no me gustan los cerdos pervertidos. Tendré que enseñarte modales". Se levantó de la silla y se acercó a mí. "Te enseñaré a no tener placer con el castigo". Empezó a masturbarme con su mano enguantada agarrando mi pene. El roce de la goma seca y áspera contra mi piel sensible me hacía daño, una abrasión constante que se mezclaba con una estimulación forzada. Me estaba masturbando de forma obligada contra mi voluntad; parecía que me estaba ordeñando como a una vaca de una forma rápida. Me sentía violado. Intenté quejarme, pero solo conseguí degustar más el sabor a la caca impregnada en sus bragas en mi boca. Ella no se detenía, me masturbaba muy deprisa, con una furia mecánica, asegurándose de que no quedase ...
... ni una sola gota dentro de mí. Ella me arrancaba la excitación a la fuerza raspándome con la goma áspera, hasta que me derrumbé, eyaculando y manchando las sábanas. Aun así, ella continuó masturbándome, vaciándome por completo, hasta que mi pene se quedó flácido y dolorido raspado por su guante, sin excitación alguna. Me sentía roto, sucio y avergonzado de mi propio cuerpo por haber reaccionado de esa manera ante aquella vieja cruel y pervertida. La humillación era total; no solo por lo que me hizo, sino por cómo ella había logrado manipularme, demostrando que hasta mi reacción más íntima estaba bajo el control de una vieja cruel y depravada. Era una vergüenza profunda, la de saber que no era dueño ni de mi propio placer. Cuando la abuela vio que ya no estaba nada excitado, volvió a agarrar la correa. "Los 50 correazos restantes serán más duros", me dijo. “Oh, ahora no estas excitado y será más duro “. Descubrí su plan: me había masturbado para quitarme toda mi potencia y excitación, para que el dolor fuera puro, sin ninguna distracción. Ahora, sin excitación, aquello podía ser terrible. Agarró la correa y continuó mi castigo. Sentí el infierno. El dolor era muy fuerte, una agonía pura y sin filtro. Intenté pedir ayuda, escapar, pero no era posible. No podía moverme ni emitir sonido alguno. Mi madre nunca me oiría, atrapado como estaba por la mordaza asquerosa que cada vez sabía peor. El sabor a caca se había apoderado por completo de mi boca, era un sabor repugnante, ...