Mi tía y yo nos desvirgamos mutuamente - Relatos Eróticos

Mi tía y yo nos desvirgamos mutuamente

... en ese momento que era, pero me alejé de ella y me fui al cuarto de baño a pelarmela… En ese momento ella, mí tia, me dijo: ¡Te vas…!
Mucho tiempo después de di cuenta que ella se había rendido, que el calor en su cuerpo por el roce de mi polla, había hecho que sus bragas se mojaran y que lo que yo había sentido, era su calentura, cuando ya ella había tirado la toalla y se dejaba guiar, habiendo abierto su boca y besado con sus labios sobre mi pantalón mi polla… Ese fue esa sensación tan agradable que sentí y no lo supe sino muchísimo tiempo después…. 


Un día, entré en su habitación, porque yo le robaba cigarrillos de su bolso… De aquellos bolsos grandes que eran cestas. Yo sí me daba cuenta que ella me los dejaba puestos, en la cajetilla, para que yo cogiera uno, pero haciéndose que ella no se daba cuenta… Estas visitas a su habitación cuando ella dormía, porque se levantaba muy temprano fueron en aumento y aunque entraba en la penumbra fui dándome cuenta de algo que era tan primavera que no comprendía lo que era ni le daba importancia.

Un día, entré en su habitación, porque yo le robaba cigarrillos de su bolso… De aquellos bolsos grandes que eran cestas. Yo sí me daba cuenta que ella me los dejaba puestos, en la cajetilla, para que yo cogiera uno, pero haciéndose que ella no se daba cuenta… Estas visitas a su habitación cuando ella dormía, porque se levantaba muy temprano fueron en aumento y aunque entraba en la penumbra fui dándome cuenta de algo que era tan ...

... primavera que no comprendía lo que era ni le daba importancia.
Mi tía estaba en bragas, durmiendo, con las piernas abiertas y su mano dentro de sus bragas... Muchas veces me daba cuenta que se hacía la dormida, pero no le prestaba atención a su postura, porque como era un crío para ellas, siempre andaban en camisones, sin sujetadores por casa y la verdad estaba despertando mi instinto sexual pero estar despertando no significa que estuviera despierto. 
Un día en la ducha, estaba como aquel día que le miraba el cabello buscando piojos, pero era el instinto y mucho miedo... Ya no sólo le limpiaba la espalda sino que mis manos temblorosas se atrevían hasta ir a sus axilas, ir a sus pechos, acariciarlos, lavarlos, bajar por sus piernas y ella, echó su cuerpo hacia delante poniendo las manos en la pared y echando su culo hacia atrás, abriendo sus piernas.... Aún así no era consciente, tenía yo mucho miedo y la acariciaba completamente, hasta el interior de sus muslos y los labios de sus coño, que sí me di cuenta que eran gruesos (tiempo después sabría que era que estaba muy excitada),... 
Mi polla estaba a punto de reventar y de repente ella, cerró el agua de la ducha, salió desnuda con ese cuerpazo precioso de mujer de 21 años, cogió una toalla y se la enrolló en su cabello, mientras yo observaba su cuerpo desnudo frente a mí… Cogió otra toalla y se la puso sobre los pechos, cubriendo su cuerpo. Me dijo, que para no estar limpiando dos veces el baño, que fuera atrás a la terraza y ...