1. Tres amigas 3


    Fecha: 23/03/2019, Categorías: Jóvenes Autor: quind, Fuente: RelatosEróticos

    ... del perro se hinchó rápidamente quedando encajada dentro del maltratado bollito. Martita se frotaba el clítoris mientras el perro se corría y le llenaba el chochito de gran cantidad de esperma. Al poco el miembro del animal se deslizó fuera y un chorro de leche salió despedido del interior de Martita, la cual estaba casi desmayada tanto por el castigo como por el placer que le había proporcionado Juno.
    
    El perro se apartó satisfecho a un rincón del salón, donde se estiro a descansar mientras se limpiaba a lametazos. Silvia y yo ayudamos a Martita a levantarse, la llevamos al baño y nos duchamos las tres. Martita estaba agotada y le dolía un poco el bollito, pero nos dijo que había sido increíble y que teníamos que probar.
    
    - No voy a hacerlo con el perro, no quiero que me penetre. Si a ti te ha dejado así a mí me mataría. -Dije mientras la enjabonaba-.
    
    - A mí me da mucho miedo, no quiero acercarme. -Continuó mi hermana-.
    
    - De acuerdo, vosotras os lo perdéis. Aunque tardaré algún tiempo en repetirlo. -Dijo riendo Martita-.
    
    Después de descansar, limpiar el salón y comer nos sentamos a hablar sobre como seguir divirtiéndonos, sin la ayuda del perro. No teníamos hombres de confianza a mano y la experiencia con el perro solo la apoyaba Martita, a mi no me atraía la idea de ser penetrada salvajemente por Juno y mi hermana no quería saber nada del tema. A si que solo nos quedaban nuestros juegos lésbicos.
    
    Martita seguía con la idea del perro, auque finalmente nos ...
    ... acabó confesando que había pasado algo de miedo y que no volvería a dejarse montar por uno tan grande, pero teníamos que buscar una buena polla aunque solo fuese para jugar sin penetración.
    
    Silvia se negaba en redondo a acercarse al perro y a mí no me gustaba mucho la idea, al fin y al cabo, si excitábamos al perro luego no podríamos detenerlo y podríamos acabar dañadas.
    
    Después de discutirlo un buen rato Silvia dijo algo que me dejó anonadada.
    
    - No quiero hacerlo con el perro, pero sí quiero una buena polla y en la peli también salían chicas haciéndolo con un caballo, y este parecía tranquilo y se dejaba hacer. Aparte me gustan mucho los caballos y tus abuelos tienen uno.
    
    - ¡Buena idea! -Dijo Martita-. Mis abuelos tienen un semental muy bonito y tranquilo.
    
    - No lo decís en serio. ¿Verdad? -Dije algo incrédula-.
    
    - ¡Sí! -Exclamaron al unísono Martita y Silvia mientras se abrazaban y daban saltitos a mí alrededor-.
    
    No tardaron más de cinco minutos en arrastrarme, al principio en contra de mi voluntad, hasta el patio trasero, donde se encontraba la pequeña cuadra donde tenían al semental apartado de la yegua.
    
    El animal era esplendido, tenía el pelaje muy limpio todo blanco con la crin y las patas gris plateado y una mancha negra en la frente. Su lomo se alzaba sobre nuestras cabezas y tenia unos grandes ojos negros muy expresivos.
    
    Martita le dio un azucarcillo mientras le rascaba la frente pera relajarlo. Mientras, Silvia empezó a frotarle el pecho y a ...