El doctor - Relatos Eróticos

El doctor

... otra pareja para compartir no solo sexo también otras cosas, le digo que sí y que a qué hora nos vemos, él me dice “dame la dirección de tu casa y te paso buscando”, yo le doy la dirección de mi casa, él dice, “a las 8 pm te paso buscando”. Yo caigo en pánico, corro para arréglame y ponerme chévere, me pongo un jean tipo capri ajustado y una blusa roja pegada al cuerpo, me arreglo muy chévere y utilizo un perfume femenino muy suave. A las 8 en punto llega el doctor a buscarme y vamos a un restaurante muy íntimo y bello de la zona, después de cenar comenzamos a conocernos más y me pregunta que si vivo solo, yo le digo que sí, tengo mi propio apartamento que lo dejo mi primer amor (El Francés).

Yo le comento toda la historia y él, toda su historia, ya casi a media noche le digo, si podemos irnos, él muy cortes paga la cuenta y nos vamos, ya casi llegando a mi casa, él me dice “¿quieres hacer algo más?” Yo le digo, “¿cómo qué?”. Él me contesta, “¿puedo subir a tu casa?” Yo pienso (¡siiii...!! ¡que rico te mamo todo tu pene y luego me coges duro papito…!!). Pero quiero buscar algo serio y si le doy culo puede pensar que soy una puta…. ¡Aunque si lo soy...!!

Pero como niña educada, le digo “yo creo que vas muy rápido, yo quiero algo serio, busco a un compañero no solo un rato”, él me mira y me dice, “puedo llamarte mañana”, yo le digo “claro, cuando quieras”. Llego a mi apartamento y muerdo mi almohada de la rabia y pienso mejor estuviera gozando con ese macho ahora, que ...

... imbécil soy. Al día siguiente, me llama yo contesto emocionada, me dice “quiero hablar contigo”, yo le digo “voy al gimnasio, si quieres nos vemos allá”, él dice, “dime dónde”, le doy la dirección. Al rato llega al gimnasio y vamos al cafetín a tomar y hablar un rato, él me comenta que le gustó mucho y que tengo razón, él también quiere algo serio, también me comenta que es divorciado de una mujer y que está viviendo con un amigo, pero no tiene nada con él, también me dice que, si es posible que se mude a mi casa, yo pienso este es un oportunista o un verdadero amor, la única manera de saber es aceptar, si sirve seguimos, si no sirve chao te vas.

Le digo “ok vamos a probar como nos va”, él me dice “quiero ir a otro sitio contigo”, yo le digo “vamos para nuestra casa”, él se sonríe y al llegar a mi casa, como locos comenzamos a desnudarnos a comernos a besos, solo sentía ese duro pene rozar mi cuerpo, al llegar a la habitación me quita rápido los pantalones, y me voltea, me abre las nalgas y comienza a morderme y lamerme todas las nalgas, me dice, “esto lo quería hacer desde el día que te vi en el consultorio”, yo le digo, “yo quería ser tuyo desde que te vi”, yo me pongo boca arriba y él comienza a quitarse los pantalones y yo le quito la camisa y besándolo, comienzo a bajar por su pecho, por su abdomen hasta llegar a su pene, cuando lo veo por primera vez era grande grueso, venoso, color canela y ese olor a sexo de macho que me enloquece, lo pelo todo y veo su cabeza rosada ...