Mi prima, una morena llamada María
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... suerte de que no enfocara la linterna a mi entrepierna, si lo llega a hacer se iba a armar la mundial.
Sábado 2 de octubre de 1971. Entre las cuatro y las cinco de la tarde.
Seguía el veranillo de san Miguel. María, que llevaba el cabello recogido en dos grandes coletas, vestía una falda azul que le daba por debajo de las rodillas, una blusa blanca y calzaba unas sandalias marrones. Estaba en el monte sentada sobre la hierba enfrente de mí con la espalda apoyada en un pino. Yo estaba sentado al más puro estilo indio, o sea, con las piernas cruzadas. Mi burra apastaba al lado de un riachuelo donde se oían croar las ranas y donde iban a beber los animales, desde pájaros a zorros, pasando por jabalís. Entre María y yo, sobre la hierba, había una baraja. Le pregunté:
-¿A qué sabes jugar?
-A todo, tute, brisca, escoba chinchón... Soy muy buena en todo.
-Entonces no te importará apostar un beso en los labios.
Sonrió. Su sonrisa era preciosa.
-¿Te provoca mi boca?
-Sí, pero me refería a los otros labios.
Ahora se puso sería.
-¡Serás cochino! ¡¿Por quién me has tomado?!
-Por la chica más bonita que hay sobre la tierra.
Estirando la falda hacia abajo, me dijo:
-Uyuyuy. No me gusta el color que toma esto.
-Color se hace al chinchón, escalera de color. ¿Jugamos?
-Antes jugaría a la ruleta rusa, Quique.
-¿Entonces no quieres apostar nada?
-Lo máximo que puedo apostar es un beso en la boca. Si gano te quedas con las ganas, si ganas ...
... dejo que me lo des.
-¿Con lengua?
-Sin lengua.
Pasó una lagarta a unos metros de nosotros y se asustó.
-¡Un cocodrilo!
-Lagarta.
Se revolvió como una serpiente.
-¡Lagarta tu madre!
-Ese bicho es una lagarta.
-Perdona.
-Perdonada. ¿A qué quieres jugar?
No había Dios que la entendiera. Ahora puso morritos, y dijo:
-Se me quitaron las ganas.
-¿Qué hacemos?
-¿Qué haces cuando estás solo y te aburres?
-Me la pelo. ¿Quieres ver cómo lo hago?
Ya estaba de vuelta.
-¡No! Te agradecería que no hablases más de guarrerías. Si mi novio se llegase a enterar de lo que me estás diciendo...
Seguí al ataque.
-¿Follaste con él o sólo hacéis manitas?
Me miró de mala manera.
-¡A ti qué te importa!
-¿Te comió las tetas?
-Él no es como tú.
-¿Es un aburrido?
Se hizo la interesante.
-¡Es un chico formal y de familia bien!
-Será formal, pero muy normal no debe de ser si tiene una preciosidad de novia y no la toca.
Su tono de voz era burlón, cuando me dijo:
-Sí, sí, sí, que tú tocaste a muchas chicas.
Puse una mano en el mentón y mirando para las nubes, le dije:
-A ver, déjame pensar. A los... que más da la edad. La primera fue una mujer casada, Ella fue la que me enseñó a comer tetas, coño y culo...
-¡¿Y qué?!
-Y culo.
-¡Qué asco!
-A ella no le dio asco. Le encantó que se lo comiera. La segunda fue su hija, la tercera, cuarta y quinta, también fueron mujeres casadas, la sexta ya fue otro virguito ...