-
Mi prima, una morena llamada María
Fecha: 15/04/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... volvió. -¡Sóplate la polla! -No le llego. ¿Me la soplas tú? Su tono de voz cambió, ahora era amenazador. -¡Sácala si tienes pelotas! A mí, acojonar, hasta ese día no me acojonara nadie. Me levanté, saqué la polla y los huevos y le dije: -Aquí mis cojones, aquí mi pirulo. Echas las presentaciones. ¿Quieres que te la meta entre los melones, en el coño o en el culo? Se echó a reír. Del cabreo pasara a la risa. -Es la primera de ese tamaño que veo. ¡Vaya pedazo de carne! -Carne, poca, es casi todo nervio. ¿Quieres probarlo? Otra vez volvió el cabreo. -¿Quieres que te lo muerda, guarro? Le lancé un beso con la mano. -Después te comería yo a ti el coñito. -¡¿Sigues?! Ven, ven, y métemela en la boca. -¿Y si te la metiera entre las tetas? Sonriendo, y con voz dulce, me dijo: -Anda, cariño, métemela en la boca. Al final me acojoné. -Va a ser que no. Se cachondeó de mí. -¿Tienes miedo, gorrioncillo? -¡Cómo para no tenerlo! -A ver si así aprendes a decirle frases bonitas a una chica. Cuando la cosa de ponía fea siempre acudía a Bécquer. Puse la polla hacia arriba. Guardé polla y huevos, me volví a sentar enfrente de María, y le dije: -Tienes razón. Eres de esas chicas a las que se debe decir: Por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso... yo no sé qué te diera por un beso. No coló. -Ya es un poco tarde para los versos. Visto que no funcionaba, añadí: -Y por verte una teta, por ...
... verte una teta, este converso, te daría el universo. Parecía que ya no se molestaba tanto. -¡Y vuelve el burro al trigo! -¡Es qué estás más buena que el pan! Cogí la baraja y le pregunté: -¿Tute, chinchón...? Me sorprendió preguntando: -¿Por qué os gustan tanto las tetas a los hombres? -No sé, a mí unas tetas hermosas me la ponen dura. Además hacen a la mujer, bella, preciosa, más que preciosa, la hacen una diosa. ¿Tute, chinchón…? -A la carta más alta. -¿Para ver quién da? Su actitud iba a dar un giro de 180 grados. -Si quitas la carta más alta te dejo ver una de mis tetas, ver, eh, ver, no tocar, y menos mamar, y lo hago porque me porté mal al hacerte preguntas calientes. No dije nada. No quería joderla, pero la jodí igual. Saqué el cuatro de copas y ella sacó el cinco de oros. Le pregunté: -¿A la mejor de cinco? -Vale. Las cinco veces quitó la carta más alta ella. María, me dijo: -No se te dan bien las cartas. -Tengo mis días, -Voy a ser buena y te la voy a dejar ver igual. Desabotonó la blusa. -Sácala pero no la toques. Me puse en pie. Fui a su lado. Me senté. Le levanté una copa del sostén y salió una teta. Era preciosa. Tenía una areola marrón y en pezón grande y de punta. Mi polla se puso dura al verla. Acerque mi boca a la teta y le pasé la lengua por el pezón. María, se estremeció. Luego me dijo: -Era sólo mirar, pero bueno, puedes darle unos besitos. Se la besé, se la magreé, se la lamí, se la mamé ...