1. Incestos en la noche


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Primera Parte:
    
    Felisa tenía 38 años, medía un metro setenta, y pesaba 60 kilos, tenía los ojos y el cabello negro y largo, buenas tetas, buen culo y era guapa, se parecía a Zoe Saldana, pero vestía como una vieja de aldea, con la ropa hasta los tobillos y tapada hasta el cuello, no en vano era una ex novicia, que ahora daba catequesis, y que no se perdía ni la misa del gallo.
    
    Era la segunda esposa de Anibal, un vigilante nocturno. Vivía en una casa de campo con su hijastro y su hijastra, Berto y Nuria, dos adolescentes criados en el temor a Dios.
    
    Pasaba de la una de la madrugada de un caluroso viernes del mes de julio cuando Felisa, con los ojos entornados, vio a su hijastro Berto entrar en su habitación. Estaba en calzoncillos. Felisa estaba tapada sólo con una sábana blanca. Berto se acercó a la cama. Le apartó la sábana hasta dejar sus grandes tetas al descubierto. Echó una larga mirada, después le pasó un dedo por un pezón y acto seguido por el otro. Después le quitó la sábana de encima. Le pasó la lengua por los pezones. Felisa levantó los brazos y se estiró. Un: "Ummmm", salió de su boca. Berto le mamó las tetas. Le quitó las bragas, muy lentamente. Un coño peludo quedó al descubierto. Le acarició el interior de los muslos. Felisa abrió las piernas de par en par. Berto mojó un dedo en la boca y le acarició el clítoris. A Felisa se le escapó un pequeño gemido: "¡Ooooh!" Berto sacó la verga, gorda y larga, y le puso el cabezón en los labios a su ...
    ... madrastra al tiempo que le metía un dedo en el coño mojado. Felisa abrió un poquitín la boca y la punta del glande entró en ella. Felisa, como si fuera sin querer, le pasó la lengua por él un par de veces. Berto le metió unos centímetros más de verga en la boca. Sacó el dedo, le metió dos y la masturbó con ellos. Felisa seguía con la boca llena pero no mamaba. No quería que su hijastro supiese que estaba despierta.
    
    El olor a coño que había en la habitación dejo paso al aroma del jabón de la Toja.
    
    Berto le quitó los dedos del coño y Felisa sintió como una lengua se lo lamía. No podía ser otra más que Nuria, su hijastra. Felisa comenzó a mamar la polla de su hijastro. Berto le metió a su hermana dos dedos en el coño, la masturbó y se masturbó... Al rato, Felisa, temblando, se corría en la boca de Nuria y recibía en su boca la leche de Berto.
    
    Al acabar de correrse Felisa. Nuria, le puso su pequeño chochito en la boca y Berto se la metió en el coño. Felisa sacó la lengua y Nuria se la folló hasta que se corrió y se la llenó de jugo... Poco después, Berto le llenó el coño de leche. Felisa se volvió a correr.
    
    Al acabar de correrse por segunda vez, despertó. Había tenido un sueño húmedo. Bajó una mano. La metió dentro de las bragas y se encontró con el coño empapado. Sacó la mano. Se persignó, juntó las manos para rezar, pero la mano que había bajado al juntarse con la otra se rebeló y volvió a bajar al pozo. Felisa se hizo un dedo que le dejó el coño a ...
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