1. Incestos en la noche


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... más tarde. Nuria, la hijastra de Felisa, que era una jovencita morena, delgadita, con buenas tetas y mejor culo, a la que apodaban Sopitas, estaba encima de la cama de su habitación, boca abajo, vestida con el uniforme de las monjas franciscanas, estudiando historia con su amiga Linda, otra joven con un cuerpo muy similar al suyo. Linda, le preguntó:
    
    -¿Te besaste con algún chico, Nuria?
    
    -No, es pecado.
    
    -¿Y con alguna chica?
    
    -El pecado aún es mayor.
    
    -¿Te haces deditos?
    
    -¡No! La masturbación aún es un pecado mayor que los besos.
    
    Linda, juntó sus labios con los de su amiga y le dio un piquito.
    
    -¿A qué te supo, Nuria?
    
    -A pecado.
    
    -A mi me supo a poco, a muy poco.
    
    La besó de nuevo, esta vez con lengua. Después, Linda, le preguntó a Nuria:
    
    -¿Me dejas tocarte las tetas?
    
    Felisa, apareció en la puerta de la habitación de su hijastra, y le dijo a Linda:
    
    -En mi casa, no.
    
    Linda se levantó de la cama, colorada como una grana, como colorada estaba Nuria, que le dijo a su madrastra:
    
    -Era solo una pregunta, mamá, no le iba a dejar que me tocase las tetas.
    
    -Mentir también es pecado, Sopitas.
    
    Linda, se calzó, cogió los libros y salió corriendo de la habitación. Felisa, le dijo:
    
    -Adiós, Linda.
    
    Linda no estaba para despedidas.
    
    Felisa se sentó en el borde de la cama y le dijo a su hijastra:
    
    -Dime, Sopitas. ¿Le ibas a dejar que te tocase las tetas?
    
    Nuria, bajó la cabeza, y le contestó:
    
    -Sí.
    
    -No te avergüences, yo a tu edad ...
    ... le dejé a una monja que me tocase las tetas.
    
    Nuria se vino arriba.
    
    -¡¿De verdad?!
    
    -Sí, y si fuese solo eso. Acabamos haciendo un dedito juntas.
    
    Nuria no daba crédito a lo que estaba oyendo.
    
    -¡¿Te masturbabas en el convento, mamá?!
    
    -Me masturbaba, me masturbaban, y hacía y me hacían cosas peores.
    
    - ¡No! No me digas que...
    
    -Sí, hija, sí, eso que estás pensando.
    
    -Se le quitan a una las ganas de creer.
    
    -Una cosa es creer en Dios y otra en los hombres y en las mujeres.
    
    -¿A qué edad dejaste de masturbarte, mamá?
    
    -No dejé, aún lo hago, Sopitas. Tu padre trabaja de noche, y al estar sola por las noches... ¿Nunca estuviste tentada a hacerlo?
    
    -Sí, pero entre que es pecado y que me da miedo hacerme daño, superé la tentación.
    
    -No debías tener miedo. No tienes porque meterte un dedido para llegar al orgasmo, y eso de que es pecado. No creo yo que a Dios le moleste que nos demos placer, dentro de un orden.
    
    -¡¿No?!
    
    -No. ¿Has sentido algún orgasmo, Sopitas?
    
    -En sueños.
    
    -¿Puedo pedirte un favor, mamá?
    
    -Pide, Sopitas
    
    ¿Me enseñas a masturbarme sin meter el dedo?
    
    -Eso no es ningún favor, Sopitas. Será un placer enseñarte. Esta noche después de irse tu padre a trabajar y cuando duerma tu hermano, vengo a tu habitación y aprenderás a masturbarte.
    
    ----------------------
    
    Cuarta Parte:
    
    A la una de la madrugada, Felisa, entró en la habitación de su hijastra. Estaba con la luz apagada. Felisa, le preguntó, en bajito:
    
    -¿Duermes, ...
«1...345...8»