Cris y Nerea, su madre
Fecha: 21/08/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos
Naturalmente la relación continuó con Cris, aprovechábamos las ausencias de Catherine o también cuando no recibía las visitas de su madre. Nesta fue madre soltera, pertenecía a una familia de clase acomodada y la echaron de casa por la deshonra que suponía el haberse quedado embarazada. En realidad, la echaron sin echarla, porque fue a vivir en casa de una tía abuela y allí pasó el embarazo mantenida por su abuelo aunque fuera a distancia. Era una mujer apasionada, llena de vida y un día se cruzó en su camino un artista extranjero que estaba de paso y con el que se trasladaron a Inglaterra, Cris entonces tenía tres años.
Según Cris, su madre nunca dio demasiada importancia a sus amantes. Le enseñó a distinguir amor de sexo, enamorarse de desear, querer de necesitar. Era verdad que a veces todo se mezclaba, pero le inculcó que era conveniente diferenciar unas cosas de las otras. Hacía cuatro años que ella había vuelto ejercía de profesora de inglés y durante parte de su tiempo libre de forma vocacional practicando ciertos gustos por puro placer y diversión, reconociendo que le hacían vivir en constante equilibrio y a la vez le satisfacía el placer mental que le proporcionaba el juego cuya base para ella era el poder disfrutar de forma sana y segura.
Cris era conocedora de mi afición al bricolaje y aprovechando de una salida de fin de semana con unos amigos me instó a solucionarle unos problemas eléctricos, en casa estaba solo su madre.
Nesta había salido un momento ...
... para comprar mientras yo terminaba, la esperé, a su llegada me ofreció un refresco, a punto de salir sonó el teléfono, era Cris que aparte de otras cosas preguntaba por mí.
- Me dice Cris que te trate bien.
Pasada ya la tarde y cuando me disponía a salir ella me detuvo con unas preguntas que me sorprendieron.
- Sé que tienes un rollo con mi hija -dijo con palabras muy afirmativas.
Me encogí de hombros con un poco cara de sorpresa intentando disimular la evidencia.
- No trates de negarlo porque lo sé todo, ella me lo ha dicho.
- Pues la verdad que si -no podía negar la evidencia ante tanta rotundidad.
- Sé que es mayor de edad y puede hacer lo que le dé la gana al igual que tú aunque eres mucho más joven que ella, espero que ambos pongáis ciertos remedios...
- Por su parte y más por la mía lo procuramos.
Esta conversación sucedía toda en el recibidor, pues yo ya estaba a punto de salir y la verdad no sé cómo me salieron las siguientes palabras.
- Supongo que tú ya no tendrás estos problemas.
- A que te refieres.
- Que al igual si follara contigo el riesgo de dejarte preñada por tu edad sería mínimo supongo...
- Stupid -entre otros insultos me soltó en inglés.
- Al igual incluso no te molestaría hacerlo.
Apenas unos segundos después su lenguaje corporal me hizo saber que iba a responder a mis palabras en forma física y así lo hizo levantando la mano derecha para soltarme un buen y seguro bofetón. A pesar de su agilidad, la diferencia ...