1. Cris y Nerea, su madre


    Fecha: 21/08/2017, Categorías: Incesto Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... nalgas, eran nalgas de caderas poderosas, sólidas y seguramente rebeldes pero que se vuelven obedientes y sumisas, maravilloso culo de mujer madura, se lo palpe al igual que los muslos, pase mis dedos por entre la cintura de la braga para acariciarle por delante el que ya suponía abundante pubis y cuando dos de mis dedos buscaron de nuevo la entrada de su coño haciendo presión hacia dentro, ella lanzó un nuevo “joooderrrr“ mientras gemía. Con sorprendente seguridad me pidió que siguiera y no parase. Estaba muy mojada.
    
    - Mmm, estas caliente como un animal en celo, estás empapada. ¿Siempre eres tan hospitalaria y tan sumisa? -movía las caderas y separando el culo intentando apretarlo contra mí.
    
    - Si, mi amo quiero seguir -contestó enérgicamente. Me aparte un poco de ella y le da unos cachetes en las nalgas.
    
    Me sorprendió la energía de su respuesta dándome pie a su sumisión y sin mediar ni una palabra más, los dedos se hundieron por completo sin esfuerzo. Gemía, las embestidas de mi mano hacían que moviera todo su cuerpo, la tenía a mi disposición y a mi antojo, de golpe pare y saque los dedos completamente mojados.
    
    - Mi amo, me iba correr, mmmmm... por favor, déjeme correrme.
    
    - Que cara de zorra pones, todavía no te puedes. Si lo haces tendrás un castigo por desobedecerme -mientras le colocaba mis dedos en sus labios para que chupara sus propios jugos.
    
    - Eres un cabronazo, me has puesto más caliente que una perra en celo.
    
    - Seré un cabronazo pero como tú ...
    ... misma dices eres una perra y además sumisa, ¿de acuerdo? y tienes que obedecer -de nuevo le da unos sonoros cachetes en las nalgas.
    
    - Sí, soy una perra sumisa y tengo que obedecerte.
    
    - Ahora de cara al espejo te vas a terminar de desnudarte pero sin sacarte las bragas.
    
    No puso reparos, terminó de sacarse la camisa, el sujetador, los zapatos y las medias, mientras yo también me desprendía del pantalón y del slip haciendo aparecer mi polla tiesa como un mástil.
    
    - Mírate bien, tienes unas curvas de infarto que desprenden una sensualidad que seguro vuelve loco a cualquiera y ahora es a mí -la vi sonreír.
    
    - Gracias por tus halagos. Pero en realidad no soy guapa y además con cierta edad...
    
    - Me gustas como eres y tu madurez provoca una gran seducción.
    
    - Es muy difícil encontrar a hombres tan atrevidos y descarados como tú, pero a la vez tan galantes.
    
    - Gracias.
    
    Nesta, tenía un cuerpo con curvas marcadas y poderosas, su altura quizás superior a la media de las mujeres le hacía verse una mujer físicamente grande, el color de su pelo contrastaba con el blanco total de su piel.
    
    - Observa tus brazos, largos y bien formados, perfectos para abarcarme entre ellos -Deslicé las manos por sus brazos obligándola suavemente a alzarlos hacia atrás, haciendo que le rodearan la nuca, esto hizo que los pechos se impulsaran hacia fuera al arquear la columna.
    
    - Tus pechos, perfectos para mis manos -Con las palmas abiertas uno en cada mano, los pezones surgiendo entre ...
«1...345...9»