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Ana 6: desencadenada (Parte 3)
Fecha: 25/04/2019, Categorías: Gays Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... de hecho así fue por varios años, porque Cecilia además de ser bella, era una diosa en la cama. Cogían con frecuencia, y cada vez que lo hacían era como la primera vez. Incluso ahora, en sus siete meses de embarazo, le da una mamada diaria, o bien hacen la turca. Pero ahí estaba esa petisa despampanante que le hacía dudar sobre su propia personalidad. Porque la lealtad era algo innato en Federico, ya sea con sus amigos o familia, y la fidelidad a su esposa no era más que una faceta de ese rasgo tan característico suyo. Sin embargo, ahí estaba, cayendo en la trampa de Ana, quien hace rato le venía tirando onda, mientras él resistía estoicamente. — ¿Qué pasó? Te quedaste mudo. — le dice ella mientras le sirve el vaso de agua. — ¿no te querés sentar? —No. Ya tengo que bajar. — dice él, y se toma de un trago el líquido. — bueno, muchas gracias. — le dice, entregándole el vaso. Ella hace un puchero, pero no se le ocurre otra excusa para retenerlo. —Bueno. Gracias, y disculpá de nuevo la molestia. —No es nada. Estoy a tu servicio. Se fue dejando a Ana más caliente que nunca. Y para colmo su vecino había viajado de nuevo por el año nuevo. Tuvo que conformarse con masturbarse de nuevo. Pero ya lo atraparía. Lo enloquecería con su sexo salvaje, y arruinaría su relación con la puta de su novia, lo juraba. Al otro día, todavía caliente, decide hacer de nuevo el pedido al supermercado. Espera que este hecho avive al idiota del cadete y entienda que es un gesto de ...
... asentimiento a su avance del otro día. No se produjo tanto como la última vez, pero con el short de jean, que apenas la cubría, la remera blanca de cuello V, y la ausencia del corpiño, debería ser suficiente. —Hola. — saludó Ramiro más sonriente que nunca. Se veía lo feliz que estaba de volver a verla. Seguramente pensaba que esta vez no le negaría el beso, pero ella quería mucho más que eso. No es que el cadete le resulte muy atractivo, pero había elegido jugar con él, y quería cumplir lo que se propuso. —Hola ¿Cómo estás? — lo saluda sonriente. Se da cuenta que el chico está un poco desconcertado por la actitud de ella, como si lo de la otra tarde no hubiese pasado. Se va a la cocina y deja, en silencio la mercadería sobre la mesada. Ana nota, mientras él apoya las bolsas, que sus manos tiemblan. —¿Qué te pasa, me tenés miedo? — le dice burlona. —No. Es que no sé cómo actuar con vos. — le contesta él. —Jaja bueno, no pienses tanto. — dice ella. Lo mira de arriba abajo, deteniéndose en su bragueta. No nota ninguna hinchazón— bueno, al menos hoy estás tranquilo, no tengo que temer que me quieras violar. —Perdón. — dice él nuevamente. Ella teme que el imbécil se acobarde de nuevo así que trata de tranquilizarlo. —No te preocupes, si estuviese enojada compraría en otro supermercado. Entonces el cadete se le acerca, y le da un beso en la boca, un pico. Ella abre la boca y él le mete la lengua, se la masajea con suavidad, la abraza, le acaricia el culo por ...