1. Ana 6: desencadenada (Parte 3)


    Fecha: 25/04/2019, Categorías: Gays Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... encima del jean.
    
    —Bueno, esto querías ¿no? Ya tenés tu propina, te podés ir.
    
    Pero Ramiro la abraza de nuevo y ella siente su erección. Entonces lleva su mano hasta el miembro del cadete y comienza a masajearlo por encima del pantalón, sintiendo como se hace cada vez más duro.
    
    —Tengo que volver enseguida, o me van a cagar a pedos. — dice Ramiro, mientras lleva una de sus manos hasta las tetas de Ana y comienza a jugar con ellas, y sus labios bajan hasta el cuello fino. Le encanta su olor y la suavidad de la piel, tanto como la firmeza de los glúteos y las tetas. — tengo que volver — repite, preocupado porque en el supermercado lo despidan por retrasarse tanto. Estaba en período de prueba y no podía cometer errores. Pero no puede parar de besarla y acariciarla y su pija ya está tan dura que la razón lo está abandonando.
    
    —No no no, vos ahora no te vas a ningún lado. — le dice ella, perversa, sabiendo en los problemas en los que lo puede meter. Se agacha, poniéndose en cuclillas. Y ante la mirada estupefacta de Ramiro le baja el pantalón con cintura elastizada al mismo tiempo que el bóxer, para llevarse hasta su boca, que se abría despacio, como en cámara lenta, el miembro hinchado.
    
    —Aaaah! dios, que hermosa que sos. — gime el cadete de placer. Ya no le importa nada más que esa mujer que tiene abajo mirándolo a los ojos, mientras le chupa la pija con pasión. Se nota que es experimentada. Pocas mujeres saben lo mucho que excita a los hombres el contacto visual ...
    ... durante la mamada, y eran muchas menos las que lo hacían. Pero Ana existía para el sexo y sabía cómo satisfacer a los hombres.
    
    —¿querés irte? — le pregunta antes de lamer de nuevo el tronco, saboreándolo en todo su extensión, para llegar al glande. Se concentra un rato en la cabeza, saboreando el líquido pre seminal. — si querés irte, lo dejamos así, jajaaja. — se burla Ana, mientras lo pajea.
    
    —No mi amor, no pares. — dice el cadete, ya sin pensar en su trabajo, apresado entre la mesada, donde apoya el culo desnudo, y la mujer que está a sus pies.
    
    —¿Te gusta así? — pregunta y sigue mamando.
    
    —Si mi amor, no pares, por favor no pares.
    
    —Quiero tomarme tu leche. — dice Ana, reanudando el contacto visual.
    
    Ramiro se siente en una película porno. Siempre pensó que esto pasaba sólo en esos filmes, pero ahí estaba él, siendo peteado por una clienta en horario de trabajo.
    
    Ana sabe acelerar y retrasar la eyaculación de los hombres, y los masajes que le hace al cadete, así como la frecuencia con que chupa cada parte del miembro, es para que el sexo oral dure el mayor tiempo posible. Sin embargo sus mandíbulas ya se están cansando, y además quiere ser penetrada, así que comienza a pajearlo con intensidad.
    
    —Quiero tu leche pendejo. — dice, y abre la boca frente al glande, esperando el escupitajo blancuzco.
    
    —Aah! Aah! si, ¿querés la leche? ¡Tomá! Aaaaah aaaahah aahaaah.
    
    Ana se traga hasta la última gota, y le estruja la pija para que salgan los últimos restos de ...
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