Era la media tarde
Fecha: 30/04/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... de mi espalda y bajaba, sobre mi poyera a mis nalguitas. Ahora fui yo el que le quitó la remera dejando su torso desnudo. Tenía hombros anchos y marcados los músculos, tal y com a mi me gustaban los hombres. Pasé la palma de mis manos por ese pecho fuerte y cálido; mientras nos besábamos como dos amantes, es decir, como lo que nos habíamos transformado en ese momento dos amantes. Yo casi no podía creer lo que me estaba ocurriendo, un hombre había entrado en mi casa y me había aceptado como mujer y ahora estaba abrazándome, acariciandome y ¡besándome con él!, eso era maravilloso. En medio de esa cavilación Marcelo me tomó de la cintura y con firmeza varonil me obligó a dar vuelta hasta quedar de esapaldas a él. Una vez así tomó el cierre de mi poyera y lo bajo. Yo, deseosa de cumplir sus deseos, me quité la prenda, quedando en corpiño, tanguita, medias y zapatos de taco, me sentí toda una puta, sobre todo cuando escuché su reacción.-
.-Aaaaaaaaa, ¡que culito!, ¡que mujer espectacular!, y estás vestidas tan sexy, por favor quiero verte caminar, modela para mí.-
Jamás sentí tanto orgullo de mi misma como en ese momento, lo miré por encima de mi hombro dedicándole una amplia sonrisa y luego fui hasta la punta de la habitación, moviéndome y conteneandome lo más femenina posible, tantas veces lo había probado en mi intimidad y totalmente solo, mis nalgas se bambolearon y el respondío con un silbido de admiración. Al llegar la punta giré como lo hacen las modelos e inicié el ...
... camino de regreso, mirando mi entrepierna, mi amante dijo:
.- ¡Guau, ni se te nota, pareces toda una mujer!
Me satisfizo saber que había escondido debidamente mi molesto pene.-
Caminé, ahora hacia él, deseosa de volver a fundirme con su cuerpo. Y así ocurrió, en cuanto me aproximé me tomó nuevamente de la cintura y otra vez nos besamos como verdaderos amantes. Sentí el enorme deseo de que su piel tocara la mía, tomé su remera por debajo y la levanté para quitarsela por la cabeza. Ante mí quedó su hermoso torso, ¡era un chico totalmente atlético!, sus musculos marcados, pero no exagerado, su vientre plano.
.- ¿Le gusto señora?, ¿quiere que me saque los pantalones?.
.- Quiero que te saques todo papi.!
.- Y si me lo saco ¿me prometés que me vas a dar una buena chupada?
.- Ay, claro Marce, te voy a hacer todo lo que quieras, solo me lo tenes que pedir, mi papi.-
Apoyada contra el borde de la mesa, vestida tan solo con mi más sexy ropa interior observé como aquel muchacho, que me trataba como la mujer que siempre quise ser se quitaba el resto de sus ropas. Cuando quedó completamente al desnudo, sentí que el corazón se desbocaba, entendí la expresión del corazón que se quiere salir del pecho; me encantaba, Marcelo me gustaba su figura masculina y viril, de alguién que me quería como su mujer. Lo tomé decididamente de la mano, y lo conduje, casi imperativamente al sillón que había allí en el living. Me senté en el mismo y lo atraje tomándolo de sus durísimas ...