Alicia
Fecha: 22/08/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: irene, Fuente: RelatosEróticos
... me responde “un beso para también para ti, donde mas gusto te de” esa es su manera de decirme que todo va bien. Pero ahora con Isaac sentía cosas que ya jamás creí sentir, me veía en sus brazos, me gustaba de verdad.
La casa donde vivía la compre cuatro meses antes de venir a vivir a ella, desde el primer momento me enamore de ella, era un adosado pero no esos grandes sino pequeño en dos plantas, un pequeño jardín tanto por detrás como por delante, mi vecina con la que comparto tabique se llama Joaquina una señora viuda de grandes pechos y de perpetuo negro que todos hemos supuesto que era por el fallecimiento de su marido, pero luego me contó Alberto que nunca la vieron que viviera con hombre alguno, cuentan que es mentira que nunca se caso. Era una vecina estupenda nunca hacia ruido, cuando hacia rosquillas siempre me pasaba unas pocas. Se que la molestaron mucho cuando hicimos la obra de casa pues tire todo, suelos, paredes, ventanas, reconstruí la casa al completo. Deje en la planta de abajo uno sitio diáfano, allí esta el salón, el comedor, la cocina, en la planta de arriba dos dormitorios y un baño, por si venia mi madre a verme, pero por ahora no había habido suerte.
Por supuesto toda mi casa era blanca y en la pared que da a al patio trasero puse un gran ventanal para que la luz entrara, sentarme a leer mientras llueve es una maravilla, ya aproveche para poner calefacción pues estas casas antiguas carecen, una buena estufa me decía Joaquina. Algún color que ...
... otro pero el blanco me pareció lo más apropiado y va con mi naturaleza. Subí al baño para asearme ponerme el pijama, un conjunto muy bonito que me había regalado Kika por mi cumpleaños.
La mañana se presento soleada, llame a Kika al móvil, para contarle lo de noche pasada, aunque me reserve algún detalle, decirla que iría a hacer unas compras, nos veríamos por la tarde para ir al cine y a un restaurante muy cuco (como decía Alberto) que habían inaugurado, la verdad es que teníamos que hacer quince kilómetros pero no importaba, seria muy divertido.
Pasear sin ningún rumbo es algo que siempre me ha fascinado me puse mis gafas de sol y el mp3 y me fui, veía a la gente de mi alrededor que hablaba o se saludaba sin ningún motivo, gente que se conocía de toda vida, pase a ver unos libros, mirar algún dvd para la noche de las chicas, los miércoles nos reuníamos casi siempre en mi casa los tres Kika, Alberto y yo a ver películas de esas de llorar, muchas noches se quedaban a dormir, hablando de cosas, llorando, riéndonos.
Me senté en un banco a ver mis compras con el sol dándome en cara con ganas de que aquella morriña durara más, que ninguna nube me quitara ese rayo de sol, cuando una sombra me tapo el sol. Me costo un momento poder volver a ver nítidamente, me quite los cascos todavía podía escuchar la música de fondo.
-Veo que quieres tomar todo el sol. La voz era de él, de Isaac
-No, te dejo un poco para ti. Le dije dando una palmada en el asiento para que se entera a ...