1. El síndrome del oso panda (7)


    Fecha: 07/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Vero_y_Dany, Fuente: xHamster

    ... con unos prismáticos mientras se hace una paja. Y luego está lo de guardar las apariencias. De manera que los vidrios de la cristalera tienen un tratamiento químico que deja pasar la luz tamizada desde el exterior, pero que no permite ver desde fuera, aún de noche y con las luces de la piscina encendidas, ya lo hemos comprobado. De manera que corremos los paneles, y ya está.Después de descargar la comida de mi auto, y de poner en el frigorífico las dos botellas de champagne que habíamos llevado, Sandra preparó martinis para todos. Con la copa en la mano se volvió hacia nosotros:—¿Os apetece daros un baño?—La verdad es que sí —respondí—. Hace mucho calor hoy.—¿Dónde podemos cambiarnos? —preguntó Vero.—Podéis dejar la ropa en nuestro dormitorio, arriba —indicó—. Nosotros no necesitamos vestuario, ¿verdad, cariño?Efectivamente, solo hacía falta la silla sobre la que depositó el proyecto de camiseta tras quitársela, dejando al aire sus grandes senos. El pantaloncito siguió el mismo camino, y se quedó completamente desnuda ante nosotros.—¿Te gusta lo que ves? —preguntó con tono intencionado, guiñándome un ojo mientras giraba en redondo.A su lado, Jorge se había despojado también de su slip, mostrando su pene erecto.—¡Joder, Dany! es un corte, —murmuró Vero, ruborizada, mientras se desnudaba en la habitación de nuestros anfitriones—. Si no lo he entendido mal, se supone que vamos a bajar en pelotas. Ha dicho “podéis dejar la ropa”, no “podéis poneros los bañadores”.—Ya me he dado ...
    ... cuenta —convine con Vero—. Bueno, ellos lo han dejado más claro que el agua al quedarse en bolas. No sé a ti, pero a mí me tienta la idea. No será muy diferente de aquella vez que, por probar, nos desnudamos en una playa naturista.—Debes reconocer que no es lo mismo. Aquello era inocente, una pareja sin ropa entre mucha gente que estaba sin ella. Pero lo malo no es eso; me da un poco de “cosa”, pero bien. Lo que sucede es que no imaginaba que las cosas fueran tan deprisa…—Bueno, la iniciativa es de ellos, así que, como en el chiste machista, relájate y disfruta.—Lo que me da más apuro no es mostrarme desnuda, sino lo que quizá suceda después… —dijo en voz muy baja.—Creo que lo mejor es ver qué pasa —concluí—. Por cierto, estás preciosa desnuda.Cuando llegamos a la piscina, Jorge y Sandra estaban dentro de la pileta, abrazados y metiéndose mano. Se separaron al vernos aunque sin urgencia, y el hombre nos guiñó un ojo con una sonrisa cómplice.Vero, con las mejillas encarnadas, se quitó la toalla que se había anudado a la cintura, yo la imité, y nos dimos una rápida ducha antes de introducirnos en el agua. Estuvimos nadando un poco, y luego nos fuimos al borde donde estaban los otros dos.—Estábamos haciendo apuestas mi marido y yo —dijo Sandra con una sonrisa pícara—. Jorge decía que os pondríais bañadores…—No es la primera vez: ya hemos estado en una playa nudista —respondió Vero en tono de suficiencia—. Además, habría sido un poco violento, estando vosotros desnudos.—Pues me ...
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