1. Mónica y Roberto


    Fecha: 11/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: TORCO, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasando sus vacaciones sin ningún tipo de problemas.
    
    Luego de una hora, llegaron a una playa desierta y se refugiaron del calor que ya empezaba a sentirse junto a un pequeño médano con un gran tamarisco que aportaba la suficiente sombra.
    
    Ramiro extendió dos lonas, se despojó de sus bermudas y remera, quedando con un bañador muy pequeño que dejaba ver la importancia de su paquete, hecho que a mi mujer, por lo que pude , no le pasó inadvertido. Mónica lo imitó y noté que se había puesto un bikini blanco, que yo le había comprado el año pasado y que siempre se negó a lucirlo alegando que era escandaloso por lo pequeño del mismo.
    
    Fue ahí que recordé un episodio ocurrido tres días atrás cuando mi mujer estaba ordenando sus cosas y nuestro vecino vio este bikini. Mónica repitió el mismo comentario pero Ramiro le respondió que ese conjunto era ideal para su figura, a lo que ella, contrariando su temperamento, solo se ruborizó y ensayó una sonrisa tonta.
    
    Yo desde mi sitio seguía los acontecimientos con un par de binoculares que oportunamente había adquirido para avistamiento de aves y que ahora servían a otro propósito: a ser un mudo testigo de cómo ese viejo canalla seducía y controlaba a mi mujer.
    
    Él tomó el bronceador y sin preguntarle siquiera comenzó a pasárselo a Mónica por su espalda lo que me sorprendió dado que jamás había permitido que un desconocido lo hiciera, y este viejo por más que prácticamente “viviera” en nuestra casa, para mi seguía siendo eso, un ...
    ... extraño. Situado detrás de ella, sus manos recorrían su espalda, hombros, y luego iban hacia adelante rozando sus hermosos senos, apenas contenidos por el corpiño.
    
    Mi mujer aceptaba gustosa este trato, y en un momento entrecerró sus ojos y llevó su cabeza hacia atrás apoyándose sobre los hombros del viejo que, ante esta actitud, directamente le arrancó el corpiño y comenzó a sobar sus tetas intensamente, provocando en ella más de un gemido. Veía como el viejo le hablaba muy cerca de su oído, llegando a mordisquearlo levemente, logrando que Mónica se estremeciera.
    
    Las manos de ese viejo, viajaron hacia el plano abdomen de mi esposa, con masajes muy sensuales, demostrando ser un experto en el tema y, cuando llegó más abajo a la zona peligrosa, separó un poco su bombacha y directamente masajeaba su vagina. Ella a esta altura ya deliraba y con sus manos se aferraba a las piernas de él, como un naufrago lo hace en medio de una tormenta. No pasó mucho tiempo para que tuviera su orgasmo y fue cuando el viejo literalmente le comió su boca.
    
    Cuando ambos se repusieron, él le pidió que le extendiera el protector. Jamás había visto a mi mujer tan sumisa y solícita como ahora a las órdenes que el viejo le impartía, porque a pesar de ser un pedido su tono sabía a orden. Podía ver el tremendo paquete de Ramiro y calculaba que su verga superaba holgadamente a la mía.
    
    Observaba como las manos de ella recorrían su cuerpo con la excusa del bronceador hasta llegar a su verga, ya fuera ...
«1234...12»