Sexo con el nieto de la segunda esposa de mi abuelo
Fecha: 15/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... huevos al final del bus, llegamos; me apeé en la entrada del pueblo, tal como me indicó mi padre. Como desconozco el lugar porque voy muy a la larga y hacía tiempo que no había estado, entré en la primera tienda que vi, era un pequeño supermercado pero bien abastecido, había un señor en la caja cerca de la puerta y dos personas comprando una vieja que se me quedó mirando con desagrado y un chico que ni se volvió cuando entré y saludé.
Yo presumo de buena educación, porque siempre que entro a un lugar o me encuentro con gente, acostumbro a saludar y muchos otros detalles para hacer la vida agradable, pero al parecer a todos no les gusta ver a un chico de 20 años vestido con un short agujereado, enseñando media nalga y con un crop top, piensan que eso es de mujer, ¡putos idiotas! Ya el conductor del bus me miró con cara de perro pero le pagué como todos los que subieron y se calló, solo su cara era canina. Es lo mismo que el tío de mediana edad que me dijo cuando subíamos al bus:
— La próxima vez vienes desnudo, chaval.
Ganas de contestar tenía, pero me callé, ni me volví a responder a alguien que habla por la espalda y no da la cara. Ni merecen caso, para ellos la indigencia es mi homenaje.
Pasé primero a comprar una botella de agua y una lata de cerveza para hacer luego una pregunta:
— Señor, ¿puede decirme que dirección debo tomar para ir a la cada de don Fabián Riquelme?
— Eso está lejos, —responde.
— Por favor, indíqueme cómo llegar que me va eso de ...
... caminar.
Cuando el señor iba a hablar, viene corriendo el chico que compraba y dice:
— Yo te llevo, que también voy allí.
Mientras me tomaba la cerveza, acabó de comprar, pagó y le ayudé a cargar las cosas en el coche.
— Yo soy Joel, nieto de don Fabián Riquelme.
— Yo soy Lorenzo, nieto de dona Juliana Figueroa, —me contesta.
Nos damos la mano, lo miro de frente. Guapo, guapo, guapo, como no los hay. Más flaco que yo, más bajito que yo, Más sonriente que yo. Piel muy blanca, ojos achinados, nariz recta y ancha, boca grande y unos dientes blancos de envidia. Vestía un short azul que le marcaba suavemente la punta del paquete, una camiseta y unas chanclas. Me quedé viéndole y él me miraba también. Para romper el fuego pregunté:
— ¿Quién es doña Juliana Figueroa?
— Mi abuela —me dice.
— ¿Vive tu abuela por allí también? —pregunto.
— Es la mujer de tío Fabián —me contesta.
— ¿Como que mujer? ¿Mi abuela? Hace años que murió…
— No; es mi abuela, se ha casado con tío Fabián, sin ceremonias de ninguna clase, viven como esposos y he venido a visitar a mi abuela, —me explica.
— Entonces… ¿qué somos tú y yo? —pregunto.
— Lo que quieras, eres guapo, vistes divertido, eres gay, —prescribe con seguridad.
— Sí, y tú, ¡joder! que no lo puedes disimular, —le dije por lo amanerado que era.
Subimos al coche, dentro me besó, le besé y enroscó su lengua, yo le di lengua, le pasé la mano por el paquete, él lanzó sus manos por debajo del crop top y ...