1. Mi madre quiere panza (Parte 2)


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Gays Autor: fatigadouy, Fuente: CuentoRelatos

    ... disfrutar más de su miel, era como besarle el coño. Estaba tan pegado a ella que mi nariz se enterraba en su culo, muy cerca de su ano. A los pocos minutos una ola de fluidos y un gran grito me avisaron que mi mamá había tenido un orgasmo.
    
    Me puse de pie, ella jadeaba aun por el orgasmo del que apenas salía, su piernas aun temblaban sobre sus tacones. Fui acercándome a su oído y con un murmuro apenas audible...
    
    —¿Quieres que te haga la mujer más feliz del mundo?
    
    No pudo evitar que se le dibujará una pequeña sonrisa en su rostro, se incorporó quedando frente a mi y selló la propuesta con un largo beso a mi boca aun impregnada de sus jugos vaginales. Desabroché mi pantalón para dejar expuesta mi verga que desde hace un rato estaba palpitando por tanto placer. Ella se echó un poco de agua en la cara y pechos para refrescarse. Pffff... de nuevo no traía brassier y entre lo húmedo de su vestido y lo excitado de su cuerpo podía ver casi hasta el color de sus pezones. Cuando volteó a verme su vista bajo involuntariamente directo a mi sexo, se acercó a mi y después de darme un beso en la mejilla...
    
    —No, amor. Este niño no lo vamos a hacer aquí, quiero que sea procreado en la misma cama en la que tú lo fuiste.
    
    Salió de la cocina y con un gesto de su mano me indicó a que la siguiera, se imaginaran a donde nos dirigíamos. Ya dentro de su habitación me indicó de nuevo con la mano que me acostara en su cama matrimonial. Comencé a desvestirme mientras ella me veía con una ...
    ... mirada pícara. Las dudas volvieron a acechar mi cabeza. ¿Qué estoy haciendo, después de esto nada entre nosotros volverá ser lo mismo? ¿Qué tal si solo es la calentura de momento y al pasar me arrepiento? Ella no va querer abortar al bebé. Estaba a punto de salir corriendo cuando mi madre saco sus tetas del vestido que fue descendiendo por su cuerpo al perder las carnes que lo sostenían. Después de ver su cuerpo desnudo todas mis dudas desaparecieron para siempre (o por lo menos no me han molestado desde ese día). Sus pechos un poco caídos por la edad y coronados por sus pezones color miel pedían a gritos mi atención, aun así mi mirada recorrió todo su cuerpo. Es obvio que mi madre es de esas mujeres que tiene un pelo muy tupido sobre su sexo pero en ese momento se encontraba rebajado y con una perfecta forma triangular que asemejaba la punta de una flecha negra que marcaba el camino al mayor tesoro. Se dirigió hacia el balcón para cerrar las cortinas (tanto mi cuarto como el suyo comparten el balcón)
    
    Ya censurados los ojos de la ciudad de nuestro acto incestuoso se subió a la cama a gatas como si se tratara de una perra o mejor dicho de una gata por lo estético de sus movimientos. Cuando llegó a mi verga sin esperar ni un segundo más comenzó a chupar mis bolas. Jamás me habían hecho eso y ahora lo agradezco, probarlo por primera vez con mi madre fue maravilloso. La tenue luz de la lámpara de mesa iluminaba su rostro mientras hacia la acción. Sus mejillas se hundían con cada ...
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