1. Doña Rocío la sirvienta. Primera parte.


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    Me gusta compartir experiencias reales, así que voy a contar como me inicié yo en el sexo y en mi predilección por las mujeres voluptuosas.Mis años de adolescencia no se caracterizaron por tener el sexo como algo prioritario como para muchos otros chicos, ya que el deporte ocupaba gran parte de mi tiempo libre, y no teníamos tan fácil acceso a imágenes como hay ahora. Eso no quita que, como cualquier chaval, me hacía mis pajas pensando en profesoras, vecinas, madres de amigos o alguna compañera de clase, aunque, no sé por qué motivo, siempre me llamaron especialmente la atención las mujeres maduras mas que las jóvenes, y especialmente si estaban dotadas con grandes curvas.Prácticamente no empecé a preocuparme por el sexo hasta llegar a los 18 años, momento que coincidió con una lesión de rodilla que, posteriormente, me hizo dejar la competición. Tras una operación, y varios días de hospital, las primeras semanas me tocó estar en casa, salvo algún momento donde me llevaba una ambulancia a un centro de fisioterapia. Mis amigos apenas venían a visitarme más que para traerme apuntes de la Universidad, y, durante la mañana, la única persona que estaba en casa era la señora Rocío, la mujer que limpiaba mientras mis padres estaban en el trabajo.Los primeros días tras salir del hospital, mis padres se pidieron días en el trabajo, y me echaban una mano para ir al baño, lavarme, vestirme. Una vez me fui manejando con las muletas y tenía menos dolores, fui yo poco a poco apañándome, ...
    ... y ellos regresaron a su rutina laboral. Rocío me echaba una mano, y cuando necesitaba agua, un libro, o alguna otra pequeña cosa, ella me lo acercaba.La señora Rocío era una mujer de casi 60 años, la típica ama de casa, que no llegó a terminar el colegio y leía malamente, casada con un albañil con apenas 17 años, y que había criado ella sola a sus cinco hijos (todos ya independizados), mientras su marido estaba todo el día fuera de casa, o bien trabajando en la obra, o bien metido en el bar tomando vino y jugando a las cartas con los amigos, para llegar a casa con la cena preparada, sin ayudar en nada, y mucho menos tener detalles con su esposa. Uno de tantos matrimonios que eran muy habitual hace años, y que todavía existen, donde las mujeres era poco valoradas, e incluso tenían que aguantar malas contestaciones o cosas peores.Aunque en teoría ya no debería necesitarlo, seguía trabajando, ya que su marido se fundía casi todo el sueldo en sus vicios, aficiones o lo que hiciera, y apenas le soltaba dinero, así que ella era como una hormiguita, y seguía ahorrando y exprimiendo lo que ganaba trabajando para poder hacer regalos a sus nietos e hijos, y llenar el frigorífico mínimamente.Antes de la operación, apenas hablaba con ella, y poco a poco fuimos entablando una cordialidad, consiguiendo que nos tratásemos de tú cuando estábamos solos, cosa que hizo que fuésemos tomando confianza, contándome ella partes de su vida, y así poder conocer un mundo diferente al de mi familia y ...
«1234...7»