1. Doña Rocío la sirvienta. Primera parte.


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    ... amigos. Una mujer con una vida más dura de lo que nunca me hubiese imaginado, con un gran corazón, y con un tremendo complejo de inferioridad tanto físico, como intelectual. Llevaba muy mal el no haber podido estudiar, aunque tenía una mente muy viva y despierta. Físicamente llevaba siempre para trabajar una falda larga, amplia, y unas blusas de manga larga también amplias que la hacían aparentar más gorda al no ir metida por dentro de la falda, lo que hacía que no marcara para nada sus curvas, pareciendo un tonel. También se recogía el pelo con una especie de moño, lo que le hacía más mayor, aunque, eso sí, siempre llevaba el pelo teñido de un castaño claro, sin llegar a ser rubio. No era precisamente una mujer que atrajera sexualmente a ningún hombre. Ella, en esas conversaciones, también me preguntaba sobre mi vida, mis amigos, o si tenía novia, a lo cual yo me ponía muy colorado, le decía que no había tenido tiempo para esas cosas con tanto deporte y estudios, y le cambiaba de tema, cosa que a ella le hacía mucha gracia verme tan nervioso cuando me preguntaba por ese tema.Esos días me solía levantar cuando mis padres ya se habían ido a trabajar por lo menos hacía más de una o dos horas. Agarraba mis muletas y bajaba en pijama, y, tras pasar por el baño, entraba en la cocina, daba los buenos días a nuestra criada, y ella me ponía un delicioso desayuno en la mesa. Así era cada mañana, aprovechando a ratos para charlar con ella, mientras pasaban unos días que se me hacían ...
    ... eternos y no veía el fin de la convalecencia.Una mañana me desperté cuando mis padres se iban a trabajar, me levanté para ir a desayunar, y bajé a la planta baja; cada día me manejaba mejor con las muletas y una pierna. Debían ser algo más de las siete y media de la mañana, y la señora Rocío no entraba hasta las ocho de la mañana en casa, así que me senté en el salón a leer un libro junto a la ventana, pero me quedé dormido. El ruido de la puerta de la calle al cerrarse me despertó, y si hoy me hubiera pasado, hubiera saludado, pero con la juventud de un chaval, tardé en abrir el ojo, me desperecé un poco, mientras sentía que nuestra sirvienta había entrado en el cuarto de servicio. Me levanté, y poco a poco me acerqué para ir a la cocina para desayunar.Al pasar por delante del cuarto de servicio, estaba la puerta entornada, me detuve para saludar, pero... Allí estaba la señora Rocío de espaldas, quitándose la parte de arriba. El corazón me palpitaba, y por un momento hice amago de irme en silencio, pero la curiosidad fue mayor, y permanecí mirando desde el pasillo. Su piel era muy blanquita, y su espalda desnuda, estaba atravesada solamente por una franja ancha del sujetador y las tiras verticales sobre los hombros. Me quedé abobado mirando su piel. Acto seguido se desabrochó y bajó la cremallera de la falda de calle que llevaba, y la dejó caer hacia los tobillos. Para nada era un barril, las caderas eran de infarto, un culo grande y algo respingón, tapado por unas bragas ...
«1234...7»