Fui el presente de aniversario para su esposo
Fecha: 12/06/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: ManuelaDi, Fuente: CuentoRelatos
... dilatarme un poquito, mientas le meneaba mi cola, y me ponía dispuesta a recibir esa verga deliciosa que mis labios ya comenzaban a extrañar, me la imaginaba y la quería en mí. "No demores más, dámela ya" casi que le suplique.
Se paró, y puso su cabeza en mi culo, me tomo del cabello abrí las piernas, comencé a exclamar al sentir como ponía su glande dentro, con cuidado un poquito más adentro, y me lo iba comiendo centímetro a centímetro su pene, así todo dentro comenzó a serruchar, me aperaba contra la puerta en cada embestida y puso su mano en mi boca para suavizar mis quejidillos, el celular en mi chaqueta sonaba y sonaba, pero no se detenía yo no quería atender quería que sugiera. Era excitante y adrenalinalinico saber que los chicos desfilaban por el baño golpeaban la puerta y el "dale duro, dale" era el aliento más sutil que decían, seguro sintiendo todo el sexo que había en ese baño.
Toda la verga dentro y el seguía lo podía sentir como latía dentro cuando se lo apretaba como para no dejarlo escapar y ahí se iba y otra vez adentro.
Su respiración en mi nuca y ambos celulares no paraban de ...
... sonar, "nos buscan, parece" le dije. "Y a ti te importa, no querías llevarte la leche dentro, espera" y más duro empezó, tenía una máquina de placer tomándome toda de parado por detrás contra la puerta, mis gemidos eran altos, del otro lado de se anunciaban, "somos de seguridad, chicos por favor esto no es telo, es un baño" y golpeaban la perta para que abriéramos, fue ahí cuando sentí como mi interior se llenaba de leche, y apretándome contra la puerta casi como puedo Aníbal exclamo "ok, ok ya salimos" y le apreté su verga con la poca fuerza que me quedaba en mi culo lleno de semen. Comenzamos a reír y apretados como puedo me paso mi sobre, saque toallita húmedas y nos higienizamos como pedimos, yo me sentía llena de leche y sucia, pero acomode mi tanga y baje mi vestido y mientras Aníbal guardaba su herramienta en el pantalón.
De nuevo el celular Mikaela, cuarta llamada, la atendí: "Ya vamos, ya vamos no escuche el celular estamos adentro del boliche aun, espérenos en el auto, ahí vamos" así salí yo del baño hablando por el celular y Aníbal que salía atrás de mí, se disculpaba con el personal de seguridad.