1. Cita con un maduro en su casa


    Fecha: 28/08/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... desabrochado por completo, me acarició los pechos, pellizcándome luego los pequeños pezones, ¡mmm, los tienes excitados y duritos! Me susurraba sin dejar de mordisquearme y lamer el lóbulo de la oreja.
    
    ¿tienes ganas de polla, eh maricón? Me decía.
    
    Yo no decía ni hacía nada, solo me dejaba hacer.
    
    Continuó desabrochándome los botones de la camisa, tiró de ella para que subiera el trozo que tapaba mis pantalones, y luego de desabrocharme todos los botones, tiró de ella para abajo por mi espalda, dejándola que callera quedando colgada por la cintura. Llevó sus manos a mi cinturón aflojándolo, siguiendo luego desabrochándome los botones del pantalón, hasta que tiró de ellos hacia abajo, arrastrando en el proceso el slip, hasta que cayeron por su peso a mis tobillos.
    
    Mi polla saltó disparada hacia arriba, quedando pegada a mi vientre, tan pronto me hubo bajado el pantalón y slip.
    
    ¡Ohhh que cosita rica! Me susurraba llevando sus labios a mi cuello besando y lamiéndolo, ¡uy que bueno estás maricón! Decía sobándome con sus manos la polla y huevos. Estás bien caliente, mira como vienes de empalmado pedazo de maricón.
    
    Después de manosearme por todas partes sobándome la polla y huevos y mordisquearme el cuello y el lóbulo de la oreja, me dijo que me quitara los zapatos y terminara de sacarme el pantalón.
    
    Me agaché sacándome los zapatos, terminando de sacarme el pantalón y slip. Mientras él me sujetaba por la cintura y arrimaba su paquete a mi culito, ¡ufff! ...
    ... Como te voy a follar este culito, decía restregándome su paquete por el culo, mientras yo terminaba de sacarme el pantalón y slip.
    
    Cuando ya me tuvo en pelotas por completo, me giró hacia él, empezando a besarme y mordisquearme la boca, mientras yo le soltaba el cinturón del albornoz que llevaba puesto, apoderándome de su verga y cojones. Acaricié aquellas enormes bolas que le colgaban, y fui bajando la piel de aquella preciosa verga, hasta descapullarla por completo.
    
    Si yo estaba empalmado a más no poder, aquel maduro, tenía la polla tiesa y dura como un fierro. Yo ya estaba deseando que aquella polla me la empezara a meter en el culo. Ardía en deseos por sentir como aquella verga me abría el culo y descargaba el cargamento de semen que contenían aquellas enormes pelotas, regándome las entrañas, dejándome bien preñado.
    
    Dios, yo ya estaba que moría de lo caliente que estaba, la polla ya me empezaba a soltar líquido preseminal, y las piernas ya me empezaban a temblar de la excitación que estaba sintiendo. Los labios ya los tenía hinchados y enrojecidos, su lengua ya había explorado toda mi cavidad bucal, saboreando cada rincón de ella. Su saliva corría por mi cuello y los pequeños pezones me dolían de lo duros y excitados que los tenía.
    
    Jadeando y excitado como estaba, sin esperar más me agaché llevando mi boca a su falo, y con unas ganas que rozaban la desesperación, engullí aquella verga que tanto deseaba que me diera por el culo.
    
    Empecé a chupar y lamer con ...
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