La historia de Ángel, solo era un muchacho (04)
Fecha: 27/06/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... una lasitud y flojera muy agradable, sintiendo resbalar sus dedos impregnados en el aceite, a veces apretando en ciertos lugares causándome cierto dolor que era agradable.
Pasó por las dunas de mi culo apretándolo y luego las piernas, cada vez me relajaba más y más, sentía que los ojos se me cerraban cuando en lugar de masaje parecían caricias dedicadas con profesionalidad.
-Date la vuelta. -su voz sonó ronca y me ayudó a cambiar de posición, pude ver a Eduardo muy cerca, con la bata abierta y una mano en la entrepierna, seguramente se estaría calentando mirando el trabajo de Néstor .
Volvió a comenzar su trabajo, moviéndome el cuello con fuerza, hasta sentir como pequeños crujidos en las vértebras, pero no había dolor, se entretuvo en los brazos uno a uno y en el pecho donde se me erizaron los pezoncitos y sentí como la verga me palpitaba, acarició mi abdomen lentamente, señalando cada uno de los poco visibles abdominales y pasó por mis genitales sin tocarlos, yo sentía la verga excitada y algo dura, nervioso contraje las piernas.
-Relájate, estás muy rígido. -obedecí el mandato hasta que volvió a subir desde los pies que había tenido moviéndome cada dedo. Envolvió la polla en su mano subiéndola y bajándola, parecía una auténtica paja lo que me hacía, el gusto que sentía me hizo gemir entre dientes.
-Tienes un verga muy bonita mirándola así de roja. -Eduardo me hablaba cerca pero no moví la cabeza, Néstor me separó las piernas para acceder al perineo y sobarme ...
... los huevos delicadamente. Estuvo unos segundos pasando las manos por esa parte tan delicada de mi cuerpo, por los testículos pasando a la pija y me sentía desfallecer, aquello era una tortura placentera.
-Vamos otra vez a la espalda. me coloqué arrodillado para coger la postura que me pedía.
-Creo que ya está preparado señor. -Néstor le hablaba a Eduardo mientras me elevaba las caderas de la camilla dejándome arrodillado y con el pecho pegado en la sábana, cerré los ojos sintiéndome todo expuesto y Néstor me separó las piernas dejando totalmente libre la visión de mi ano.
Uno de ellos me agarró las nalgas tirando de ellas hacia los costado, supe que era Eduardo al sentir su bigote rozando la entrada de mi culo, terminaba de sentir su aliento cuando llegó la punta de la lengua a tocar el anillo de mi entrada. Gemí y apreté el culo cerrándolo.
-Vaya culito más rico que tienes. -creía que moría de placer cuando aplastó la cara en mi culo y comenzó a frotar los labios sobre mi anito, y a pasar el bigote en todo el hoyito, sentía muy rico y gemía embriagado de placer.
-Abre el culito Ángel deja que te penetre mi lengua. -Eduardo me hablaba con suavidad para relajarme a la vez que pasaba la boca por mis nalgas besándolas. Era realmente tan excitante que no podía relajarme, deseaba correrme, dejar que mi leche fluyera fuera de mi.
Volvió a meter la lengua en la raja apretando con ella para que me abriera, me esforcé y relajé el anillo anal, entonces me penetró con ...