Cambio de vida
Fecha: 28/06/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
Cambio de vida
Con cuarenta y siete años tuve algunos problemas cardiovasculares y los médicos me aconsejaron que cambiara de vida si tenía oportunidad. Sólo y sin relaciones estables, rescindí mi contrato en la constructora en la que trabajaba como abogado, recibiendo una cantidad de dinero con la que he comprado una coqueta cafetería en un tranquilo barrio residencial de Ponferrada, la capital de El Bierzo. Después de toda una vida viviendo en el centro de Madrid ahora noto una calma y un sosiego que me gustan y en los momentos en los que me ataca el aburrimiento cojo el coche y me doy un atracón de naturaleza. La cafetería se la tengo subarrendada a una pareja de jóvenes homosexuales; yo sólo la piso para tomarme alguna copa de las que tengo prohibidas (hay por aquí un aguardiente de orujo sublime), comerme el estupendo botillo que cocinan y para cobrar el día primero de cada mes.
Vivo en el ático de una casa de tres pisos en la que sólo somos dos vecinos. En el primero y el segundo, unidos, viven Marimar y su madre Agustina, dos simpáticas y amables mujeres que tienen fama de ser de las más ricas de la zona. Me invitan a comer constantemente y me han ayudado presentándome a todo el mundo en la ciudad. Marimar tiene treinta y pocos años, es una mujer bajita de larga melena muy negra, guapa, con unos ojazos oscuros tremendos, unas grandes tetas muy llamativas y, de cintura para abajo, un evidente exceso de quilos y de volumen: tiene un culo muy grande y duro que se ...
... sujeta en dosmuslazos prietos que parecen columnas de mármol. Está buena y me ha descubierto varias veces intentando mirar dentro de su escote y valorando ese culazo que tiene. No creo que se haya molestado. El exceso de quilos no le impide vestir con pantalones ajustados, escotes (se nota que está muy contenta de sus tetas), minifaldas y ropa que hace muy evidente sus curvas.
Le he pedido a Marimar que me acompañe a León para un día turístico, acepta y al día siguiente salimos camino de la capital. Al sentarse en el coche se quita laparka de piel que lleva y me parece evidente que algo puede pasar: lleva una camisa blanca sin cuello con un largo escote en uve que muestra casi entero su profundo y apretado canal entre las tetas, realzadas por un bonito sujetador de encajes transparentes y una minifalda de cuero negro que deja al descubierto la totalidad de sus muslos embutidos en unas medias negras. Me quedo mirándola embobado y ella también me mira con descaro y un cierto cachondeo. No pasamos de Astorga, cogemos una habitación en un hotel pegado a la autovía.
Marimar está adormilada tras una estupenda sesión de sexo. ¡Guau, qué fiera! Nada más entrar en la habitación (ella la ha pedido con cama de matrimonio) se quita la camisa y la falda y de un tirón se arranca el sujetador para desnudar unas fabulosas tetas redondas, altas, llenas, duras, con pezones muy oscuros anchos y largos. Se quita la calada braguita blanca y veo una mata morena de vello que parece la selva del ...