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Cambio de vida
Fecha: 28/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... llego a ese bosque oscuro de negros rizos en donde localizo un clítoris que está deseando ser chupado ("sí, sí, suavecito; por favor, hazlo suave"). Se corre dando un largo y fuerte resoplido y durante todo el rato sigo chupando hasta que me separa la cabeza ("para ya, para; ya vale"). Se moja como una fuente, estoy empapado de mi propia saliva de los muchos jugos vaginales. Ha sido un día tremendo, ni siquiera hemos parado para comer (apenas unas copas del mueble bar de la habitación y una bolsita de aperitivos) y me he corrido cinco o seis veces. Todo un éxito. Marimar parece insaciable, apenas descansa unos minutos tras un orgasmo e inmediatamente está dispuesta de nuevo; he tenido que utilizar la lengua y los dedos en tantas ocasiones como la polla. Es una mujer muy excitante, le encantan las posturitas y no se corta por nada (me ha excitado como un verraco lamiéndome el culo y metiendo y sacando la lengua bien dentro del ano) y pone todo el interés del mundo en darme gusto (como no podía metérsela en el culo ha mandado al botones del servicio de habitaciones a comprar un lubricante anal a la farmacia y no ha parado hasta que lo he conseguido; ha sido unpolvazo estupendo). Al volver a Ponferrada nos topamos en el descansillo de la escalera con Agustina (unos segundos antes nos estábamos comiendo la boca en el ascensor como dos adolescentes despidiéndose hasta el día siguiente) que nos saluda muy cariñosa y zumbona. Supongo que nos ha visto. Llevo ya varios ...
... días seguidos de sexo salvaje con Marimar: en cuanto su madre sale un rato por ahí ella sube a mi piso a follar como una loca. Yo encantado, claro está. Me llevo una sorpresa (menos mal que al menos estoy vestido) cuando en una de esas ocasiones abro la puerta y quien entra es Agustina y no su hija. "¿Extrañado?, me gustaría hablar un rato contigo a propósito de tu relación con Marimar". Estoy esperando algún tipo de reproche por su parte por lo que no deja de confundirme la historia que me cuenta durante toda esa tarde. "Yo he nacido en un pequeño pueblo minero cercano a Villablino. Siempre he sido muy caliente y con catorce años me dejó preñada mi novio quien poco antes de la boda murió en un accidente en la mina, del disgusto aborté y mi padre aprovechó para echarme de casa. En Ponferrada entré a servir en casa de Don Tomás, un estraperlista de la posguerra que se convirtió en un rico prestamista, que se encandiló enseguida con mis tetas y a los dieciocho años me puso una mercería en la zona más céntrica de la ciudad. Durante casi treinta y un años, todos los días sin faltar uno solo, Don Tomás (jamás me permitió llamarle de otra manera) llegaba a la mercería a las siete en punto de la tarde, subíamos al dormitorio del primer piso y hasta las nueve yo tenía que darle gusto. Durante esas dos horas me follaba sin parar y su corta y gruesa polla jamás se cansaba de eyacular. Le gustaba decirme que yo era su puta para todo (me lo gritaba siempre que me la metía en la boca) ...