1. Despedida íntima


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... de los recuerdos de los que somos de pueblo”, dijo Tono, mientras Néstor asentía sonriente.
    
    No pude resistirlo; aunque estábamos en la calle, de noche y pasando mucha gente que miraba con descaro, no me importó nada, los abracé uno a uno y les di un beso en la boca de los que se queda perpetuamente el propio sabor. Luego nos abrazamos los tres, y allí, en una de las esquinas ya cerca de casa, comenzamos a besarnos los tres a la vez. ¿He dicho besarnos? Mentiría si lo dejara así. Las manos ejercían con libertad por nuestros cuerpos y mi polla se puso tiesa, muy tiesa. Pero toqué por dentro del pantalón las pollas de mis acompañantes y estaban tiesas y húmedas por el líquido preseminal. Les dije que en lugar de continuar aquí, mejor ir a mi cama. Estaban de acuerdo, y cogidos los tres por los hombros y acariciándonos nos fuimos a casa. Los que nos vieron así de abrazados avanzando en medio de la calle pudieron pensar lo que les vino en gana, seguro que tenían razón en todo. Pero lo que no podrían adivinar jamás es que allí estaban despidiéndose no solo de unos días de intensa convivencia, sino de pertenecerse los tres para un amor casi imposible. Seguíamos amándonos, pero los tres sabíamos que dos de ellos iban a seguir su curso juntos y el otro iría a buscar su destino. Eso es precisamente lo que nos producía una enorme alegría. Ahí, dentro de esos tres corazones, nadie podría penetrar para entender lo que pasaba por esa locura en ese instante. Es que cuando se descubre el ...
    ... amor entre las personas, cuando ese amor es respetado y aceptado, se produce una inmensa alegría porque es fruto de una victoria muy singular, es la victoria contra nosotros mismos, nuestros gustos o nuestra pasión. Eso no lo podían comprender los transeúntes que nos miraban.
    
    Tampoco hacía falta que lo comprendieran. Los que lo habían entendido estaban ahí caminando por la calle cogidos por los hombros casi como bailando juntos para ir de frente a conseguir la realización del propio destino. Estábamos ahí decididos a hacer realidad el amor de dos personas y la búsqueda de la tercera. Quizá un día pueda el mundo entender que todas las locuras que señalamos en los demás, que todas las desvergüenzas que vemos en los demás, que todas las deshonestidades por las que condenamos a los demás, no son locuras, ni desvergüenzas ni deshonestidades, sino amor, el amor que produce la alegría, el amor que produce la esperanza, el deseo de vivir, el deseo de negarse a sí mismo para darse al otro. Eso lo vivíamos nosotros tres en medio de la calle, sabedores de habernos decidido por ese amor contra la opinión pública, de habernos decidido y de haber sabido comprender y ser comprendidos.
    
    Fue un gran descubrimiento que marcaría para siempre nuestras vidas. Por eso, la amistad que emergió de este momento fue mucho más fuerte que aquella que teníamos anteriormente por danos placer, por pasarlo bien y por el mero hecho de habernos encontrado y conocernos. Cuando la amistad se refunda en un ...
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