1. Despedida íntima


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... abrazo posterior a todo lo que apetece al ser humano y se hace por hacer feliz al otro, esto es, se hace por amor, es una amistad más fuerte y más duradera. Y así lo ha sido.
    
    En casa nos esperaban Gaspar y Fernando. Habían traído una botella de “bourbon”. Querían sellar con nosotros la amistad perpetua. No se extrañaron de nuestra alegría y la felicidad que rebosaba en nuestras caras, porque habían entendido lo que pasaba por nosotros. En lugar de estar tristes porque yo me iba, estábamos los cinco contentos porque el mundo se estaba poniendo a nuestros pies. En esta amena reunión en la que participaron el Tío Paco y mi padre, Tono y Néstor dieron a entender con toda claridad que se amaban y habían decidido prepararse para hacer la vida juntos en el momento oportuno. El Tío Paco miraba hacia arriba a un lado del techo. Era tal la intriga que me entró que no tuve otra que preguntar:
    
    —”Abuelo, ¿qué miras ahí arriba? ¿qué ves?”.
    
    —”Veo tus sueños cumplidos; veo a Tono y a Néstor en su casa, veo a tus primos en su casa; veo a lo mejor de mi familia, mi posteridad tomando caminos difíciles, pero mejores que los nuestros...”, dijo el Tío Paco.
    
    —”No, abuelo, no es así —dijo Fernando— nosotros no seríamos como somos, ni tendríamos estos sentimientos y actitudes, de no ser por vosotros, por ti en concreto; es a ti a quien debemos nuestras decisiones acertadas, es el ejemplo que siempre nos has dado de serenidad. Mi padre, el tío Antonio, la tía Adelaida, tus hijos, nos han ...
    ... transmitido el bagaje de cariño, confianza y seguridad que tú sembraste en ellos y queremos agradecértelo”.
    
    El abuelo se puso a llorar, mi padre estuvo a punto de llorar y Néstor lloraba. Le tuve que preguntar a Néstor por qué estaba llorando, y me contestó:
    
    —”He visto al abuelo llorar y me he emocionado; por una parte yo no he vivido en mi casa estas cosas que vosotros decís, y por la otra no sé cómo agradecer el bien que me está haciendo haber entrado en esta casa y en esta familia. Nunca he conocido a mis abuelos, y aquí descubro que tengo a mi abuelo. Desde el primer día que vine noté su amabilidad y un cariño especial desconocido para mí. Tengo motivos para llorar y motivos para reír; ahora estoy llorando de emoción, y deseo reír de alegría y felicidad”.
    
    Se levantó para dar un beso al Tío Paco y se escuchó que en voz baja, muy baja, le decía: “Abuelo, te quiero”. Y el Tío Paco se abrazó a Néstor como quien se abraza a su nieto. El Tío Paco le contestó:
    
    —”Yo te cuidaré, y no dejes de venir cuando quieras —dirigiéndose a Tono, añadió— y tú ven con frecuencia, que Néstor y yo te estaremos esperando”.
    
    Aquello se estaba poniendo muy sentimental y Gaspar levantó la botella para servir un último trago. Todos, puestos en pie, brindamos por nuestras vidas. Nos abrazamos a los mellizos para despedirnos y un beso fue lo que nos dispersó ellos a su casa y nosotros a nuestro dormitorio. A Gaspar le dije al oído:
    
    —”No te olvides nunca de que también tienes una gran ...