1. Despedida íntima


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... madre”.
    
    Se me quedó mirando y al oído me dijo: “Tuya es también; pero ten cuidado con estos tunantes”. Y nos despedimos hasta siempre.
    
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    Tres en una cama y sobraba cama. Habían decidido que yo estuviera en medio de los dos porque iban a hacer conmigo las mil perrerías, para que jamás me olvidase de ellos. Y lo hicieron. Ya creo que lo hicieron. Nos habíamos duchado para estar más “fresquitos” y nos habíamos lavado el recto. Ya nos habíamos apetecido después del frenazo que nos dimos en la calle.
    
    Me echaron en la cama de un empellón y se pusieron encima. Néstor me besaba cada rincón de mi cara y de vez en cuando mis labios, mi lengua. Se entretenía besando los ojos y mordiendo los lóbulos de las orejas. A mí me apetecía su lengua y cuando llegaba colmaba mis delicias. Tono comenzó a besarme el pubis, pero pronto se cansó de los besos y fue al grano. Me mamaba la polla haciéndome vibrar. Era como tener dos amantes dispuestos a hacer gozar al amado. Luego se intercambiaron y era tanto el placer que me producían que ya no sé quién besaba mejor y quien mamaba mi polla con más arte.
    
    Con mis manos me los acerqué a mi cara para que nos besáramos los tres porque tampoco quería venirme enseguida. Mientras nos besábamos alternativamente, llegué a tener las dos lenguas en mi boca y me puse a masturbar simultáneamente las dos pollas de mis amantes. Dejé que los dos se pusieran a mamar mi polla y mis bolas, pero les dije que yo quería las dos pollas para mí y nos ...
    ... convertimos en un 696, es decir, un 69 de tres, donde sentía cómo una boca chupaba y friccionaba mi pene y la otra se entretenía mordiendo mi escroto y separando con la boca mis testículos, mientras tanto primero iba alternando entre las dos pollas y luego los acomodé con mis manos para tener las dos en mi boca. Creo que hasta ese momento jamás había disfrutado tanto. Yo ya sentía que en cualquier momento podría venirme y que a ellos les pasaría otro tanto y les pedí que me penetraran los dos, y si pudieran los dos a la vez. Hablaron entre ellos y Néstor comenzó delicadamente la penetración, que yo sentía con suavidad y consiguió meter toda su polla dentro. Sentí un gran placer porque le crece bastante cuando se le pone erecta. Pero luego colocándose debajo de mí dio paso a Tono para que, teniendo Néstor su polla dentro de mí, Tono me atravesara con su garrote. No le resultó difícil. Sentí un poco de dolor, aunque poco es poco decir. Sentí dolor porque obligó a dilatarse el ano. Pero una vez dentro y, comenzando a moverse los dos acompasadamente, sentí el gustazo de tener las dos pollas de dos muy buenos amigos queridos. Néstor dijo:
    
    —”Me voy”.
    
    —”Suéltalo todo dentro”, contesté.
    
    —”Yo también voy a soltar mi leche”, dijo Tono.
    
    No tardaron, pero fue entonces cuando comenzaron a decir requiebros: “A este cabrón lo dejamos más tirado que a una puta”, fue una de Tono. “Con este culo de puta loca, no tenemos ni para comenzar”, dijo Néstor. Me quedé sorprendido porque no ...