1. Donación de esperma


    Fecha: 28/08/2017, Categorías: Fetichismo Autor: Lib99, Fuente: CuentoRelatos

    ... Las dos guarras comenzaron a magrear a cara de palo, desvistiéndole en menos que canta un gallo. Mientras la rubia platino se dedicaba a lamer, mordisquear y pellizcar los pezones del tipo, la pelirroja se arrodilló para centrarse en la entrepierna. Su lengua se deslizó por el rugoso y depilado escroto, lamiéndolo y chupándolo con alegría y entusiasmo. Cuando sus dientes se clavaron con suavidad y estiraron la enrojecida piel sentí una primera llamarada entre las piernas y la polla acabó de ponérseme dura.
    
    Me abrí la bragueta, la extraje y comencé a masturbarme. La piel del glande, rosa y estirada, brillaba por la humedad de las primeras gotas pre seminales. En pantalla la pelirroja de enormes tetas neumáticas lamía ahora el rabo del tipo que, al alcanzar su máxima erección, parecía una larga y gruesa butifarra surcada por enormes y seseantes venas. Cuando la introdujo en la boca de la mujer creí que iba a desencajarle la mandíbula. Pero no, la golfa la mamó como si fuera un caramelo.
    
    –¡Chúpala, zorra –dije–, hasta la garganta!
    
    Y mientras se afanaba en contener aquella barra de carne dentro de la boca, la morena de glorioso culo y coño escrupulosamente depilado se arrodilló junto a su ocupada compañera. Metió la cabeza entre las piernas del hombre, que con su mano sujetaba la cabellera de la pelirroja guiándole en la mamada, para lamerle los huevos. Deslizó su lengua por el perineo hasta alcanzar el ano, lo lamió con fruición e introdujo la punta de la lengua ...
    ... dentro, logrando que el esfínter se dilatara. Aproximó entonces su largo y estilizado dedo índice adornado por una delicada manicura francesa y lo metió lentamente en su interior.
    
    El tipo gimió con evidente satisfacción, elevó la cabeza y con los ojos cerrados profirió alguna obscenidad del tipo “zorra, puta, guarra, etc.” –esto lo deduje por el tono, ya que no entendía una palabra del idioma, seguramente eslavo, en el que hablaban–.
    
    Tras disfrutar un largo rato de la fantástica mamada acompañada de masaje prostático, el simpático trío cambió posiciones. La morena se puso a cuatro patas, colocando su glorioso culo en pompa para deleitar a la cámara –y a mí– con todo su esplendor. La pelirroja, por su parte, montó a caballito sobre ella, pero mirando hacia atrás, para tener acceso a las nalgas de su amiguita. Las separó para dejar perfectamente a la vista el jugoso anillo de carne que latía entre ellas, se agachó y lo lamió, empapándolo con abundante saliva. Cuando lo dejó bien lubricado, el tipo se arrodilló frente al bamboleante culo que brillaba por el sudor, colocó su imponente verga entre los glúteos y empujó. La polla entró fácilmente, sin problemas, desapareciendo casi por completo en el interior del orificio, con un gemido de evidente satisfacción por parte de la chica y un gruñido de placer del maromo.
    
    Simulado o no, ese gemido me puso a cien. Me pajeé con ganas, deslizando la piel del frenillo arriba y abajo sobre la superficie del glande cada vez más rápido y más ...
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