1. Cita con mi Ginecólogo


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: Karina Rios, Fuente: CuentoRelatos

    Hola papitos, me llamo Karina Ríos tengo 29 años y hoy quiero contarles algo que me ocurrió hace poco en mi visita al ginecólogo, como saben, estoy embarazada de 7 meses y asistía a mi control normal, hacia unos días y en vista de que mi marido no me follaba, tuve un contacto muy rico con un amante ocasional que conocí en el metro, desafortunadamente creía que me había pegado alguna enfermedad pues mi vagina me ardía bastante. Acudí a donde el Dr. González, me hizo pasar a su consultorio, él tiene alrededor de 40 años y es muy guapo, alto, muchas canas en el cabello y muy amable en el trato. Lo primero que hizo fue pedirme que me quitara la bombacha y me hizo sentar en una cama ginecológica. Es un sillón común, pero tiene dos brazos en los cuales las chicas quedamos con las piernas levantadas y muy abiertas para que el médico pueda examinarnos la vagina con comodidad.
    
    El doctor se puso unos guantes, subió mi falda hasta que quedó arrollada en mi cintura y con mucha suavidad me abrió los labios de la vagina. Mientras me la examinaba me hizo algunas preguntas.
    
    -¿Cuánto hace que te arde de esa manera?
    
    -Desde hace tres o cuatro días, doctor.
    
    -¿Cuándo tuviste sexo por última vez?
    
    -Hace cinco o seis días.
    
    -¿Fue con tu esposo o con algún chico que conociste?
    
    -Con un amigo ocasional.
    
    -¿Y fue normal, como siempre, o notaste algo extraño?
    
    -Pues la verdad es que me dolió un poco -respondí- Pero otras veces también me ha pasado. Sucede que la tenía un poco ...
    ... grande, creo que es por eso.
    
    Mientras hablábamos el doctor no dejaba de tocarme la vagina y yo sentí que empezaba a humedecerse. Estar abierta de esa manera, hablando de esos temas mientras él me tocaba con sus dedos expertos me estaba excitando.
    
    -Creo que sé lo que te pasa, pero tengo que estar seguro. Karina tienes que dejar de ser tan puta, no podés acostarte con todo el mundo y menos en tu estado de embarazo.
    
    -Lo se Doctor, pero es que usted sabe que la carne es débil y hace tiempo que mi marido no me coge.
    
    - Karina voy a tocarte el clítoris y quiero que me digas lo que sentís.
    
    Sus dedos se apoyaron sobre mi clítoris, lo acariciaron, y no pude evitar lanzar un suspiro.
    
    -¿Esto te excita?
    
    -Mucho -respondí entre jadeos.
    
    -Bien, muy bien, es buena señal. Decime que sentís ahora.
    
    Dijo eso y me hundió un dedo profundamente en la concha. Lancé un "ahhhh" prolongado y me aferré a los bordes de la camilla.
    
    -Veo que también te excita -observó el doctor. Me estaba metiendo y sacando el dedo muy lentamente, y la verdad es que me volvía loca.
    
    -Mucho, mucho de verdad -respondí pasándome la lengua por los labios. Miré al doctor y pude darme cuenta claramente que en su pantalón tenía un bulto. Él también estaba excitado.
    
    -Bien, dejame ver una cosa más. Quiero mirar tus pechos.
    
    Me abrió la blusa y se encontró con mis tetas. Mis pezones estaban durísimos. El doctor no se sorprendió dado que la leche me estaba bajando y abultaban mis senos de una manera ...
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