1. Diario de un Prisionero IV: y todo dio un giro inesperado…


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... donde sea, el día que sea…
    
    Mi amado Andrés:
    
    Desde que me secuestraron, mi vida ha sido una tortura, ya no se ni en qué día vivo ni nada, sólo sé que te amo y te extraño. Mi secuestrador usa un modificador de voz, así que supongo que es alguien que conozco y no quiere que lo descubra.
    
    Sólo sé que después del disparo que mató al chofer, pobre Luis y pobre su familia, él no se lo merecía, era buena persona y no hacía nada mal. Pero en fin, que después del disparo, cuando el carro se estrelló contra el árbol, una mano con un guante de cuero que sabía a pólvora (supongo que del disparo, lo averigüé cuando intenté morderlo para que me soltara); en resumen, he logrado deducir que trabaja solo. Te preguntarás cómo le hago para escribir, pero bueno, en realidad es sencillo: él sabía de mi diario, cosa que no sabías ni tú, quien fuera, me ha vigilado demasiado bien. No tengo idea de él más que su altura, es un poco más bajo que yo, pero me domina con un arma…
    
    Ahora vivo en un pequeño cuarto de 4 x 3 en dónde lo único que hago es llorar y decirte que te amo mientras acaricio tu fotografía: tenía una en la billetera y no sé por qué fue lo único que me dejó conservar. Me dijo que hoy era 27 de mayo, o sea, nuestro segundo mes y no estaré contigo, perdóname, mi vida, de veras que quiero estar contigo, pero este hombre nos lo impide…
    
    Pero lo peor vino cuando, según mis cálculos, sería la noche de ese día, puede que incluso fuera la misma hora en que me hiciste tuyo por ...
    ... primera vez, la misma noche que quisiste ser mío. Es algo tan horrible que no puedo describirlo en una sola palabra, necesito contártelo todo, por doloroso que sea:
    
    Estaba llorando, viendo tu foto y pensando lo lejos que estás cuando él entró en la habitación y me vendó los ojos y me dijo que me tenía una sorpresa, pero que al menor signo de resistencia ¡bang!, iba a tener una onza más de plomo en mi cuerpo. No tuve otra opción, lo vi venir, pero era aguantar eso o morir y, para serte sincero, tengo la esperanza de volver a estar a tu lado, así que me la “banqué” como dicen los argentinos y cuando su polla quiso irrumpir en mi boca, la dejé entrar, preferí comérsela, a lo mejor con eso se contentaba, pero no, después de que me hizo tragarme su lefa, me arrancó la ropa y recorrió todo mi cuerpo, besándolo, haciendo que cada poro de mi piel gritara al ver mancillado el cuerpo que siempre había sido tuyo y que ahora era profanado por esa boca lujuriosa que buscaba saciarse sin importarle mucho lo que yo sintiera.
    
    El hombre este, al ver que mi polla dormía el sueño de los justos, se enfundó un preservativo y abrió la boca por primera vez:
    
    -Ya que no quieres mi virginidad, te poseeré, pero no confío en tu noviecito, así que mejor me protejo… -usó un tono tan despectivo para referirse a ti que pensé que era Quique y entonces volvieron a mi cabeza todos los recuerdos de él vigilándome, pero él no había terminado de hablar- ¿lo quieres por las buenas o por las malas?
    
    Ya que me ...
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