1. Diario de un Prisionero IV: y todo dio un giro inesperado…


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... rescate, pero aumentando 5 millones de colones (10 mil dólares) cada carta, con lo que ya son 150 millones (320 mil dólares), estábamos locos, no sabemos qué hacer, tu pobre padre está que vende hasta lo que no tiene, pero la policía no lo deja; tu madre, siempre tan fría, va a psicólogo casi todos los días, por otra parte, mi suegrita se la pasa llorando y Sergio tiene los nervios destrozados, reacciona a casi todo con violencia, yo me siento solo, abandonado, te extraño, te amo y daría lo que sea por estrecharte entre mis brazos otra vez…
    
    Resulta que ayer nos llamó la policía, que habían encontrado un almacén donde era muy probable que estuvieras y que hoy inspeccionaron, nos pidieron que fuéramos por si estabas tú, para acogerte. También dijeron que el sitio se encontraba en muy mal estado y pedirían ayuda a los bomberos para evitar cualquier accidente…
    
    Todo dispuesto, tus padres, Sergio y yo estábamos en la delegación policial en que nos citaron para ir al almacén, tu madrecita no quiso venir, dijo que no estaba segura de poder resistirlo y que además así podría hacerte una lasaña como pocas. Lo entendimos perfectamente, la impresión sería demasiado fuerte para ella si no estabas, o estabas herido. Pero bueno, al final, subimos a las patrullas y salimos hacia el aeropuerto. De repente, las patrullas (y la ambulancia y el carro de bomberos que venían preparados para cualquier cosa), se pararon en medio de la nada y tomaron las precauciones necesarias para continuar ...
    ... a pie. Así pues, nos internamos en un terreno baldío y a como dos kilómetros el terreno bajaba, de forma que no se veía el almacén desde la autopista, a simple vista le di la razón a los policías, el edificio estaba que se venía abajo al menor soplo del viento, sólo podía esperar que, si estabas ahí, estuvieras bien. Los bomberos y policías rodearon el almacén, ojo avizor a lo que sucediera, en cambio, nosotros nos quedamos con los de la ambulancia enfrente de la entrada principal. Dos policías, que estaban con sus pasamontañas, igual que los demás, se internaron en el almacén. Fue la peor media hora de mi vida, todo era silencio, todos expectantes mirando a la puerta, de pronto, sonó uno de los radios pidiendo refuerzos y seis policías más entraron, unos minutos después, salió un policía contigo abrazado y los demás rodeaban al secuestrador, era Antonio. No lo podía creer, ¿no se suponía que Antonio te amaba? ¿Cómo te hizo esto?
    
    Yo me moría por abrazarte, por decirte que todo estaba bien, pero no quise adelantarme a mis suegros, a fin de cuentas, son tus padres y tienen todo el derecho del mundo, pero tú me viste y te lanzaste a mí, me abrazaste, me besaste y me dijiste que me amas. Yo sólo pude abrazarte y hacer que te sintieras cómodo, lloraste un poco, pero pronto dejaste de llorar y me volviste a besar, entonces, se acercó el sargento a cargo de la operación y nos dijo que Antonio había dicho el porqué del secuestro: si tú no eras suyo no serías de nadie, mucho menos ...
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