1. Si no queda otra


    Fecha: 30/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DiegoP1, Fuente: CuentoRelatos

    ... aumentando en la fuerza con que frotaba mi pedazo a su entrepierna, sentía como se le aflojaban las piernas.
    
    Yo: Mmm, seguro estas re mojada, deja de resistirte y vamos a coger.
    
    L: no puedo. Tengo novio. Soltame forro- cada vez hacia menos fuerza para soltarse.
    
    Yo: y? Está a kilómetros de acá, no se va a enterar de nada. No te estoy pidiendo matrimonio. Te estoy ofreciendo verga, simple y dura.-solté una de sus manos y con la mía baje a tocarle el chocho, largo un largo y ahogado gemido cuando le metí dos dedos- estas re mojada, tu concha pide verga.
    
    L: basta- sonó más a gemido que otra cosa. Puso su mano libre en mi pecho y empujando con fuerza dijo mucho más firme- BASTA, si no querés que grite pará.- me dio un cachetazo. Su mirada era desafiante pero su cuerpo decía otra cosa.
    
    Yo: Esta bien, si no querés no querés. Hacemos de cuenta que fue una broma y todos contentos. Calientes pero contentos. Si cambias de actitud avísame.
    
    L: No va a cambiar, y espero que no se repita- se fue a su habitación.
    
    G: sos un hijo de puta jajaja. Que te pensaste que te la ibas a garchar así?
    
    Yo: vos espera y mirá.- le dije confiado.
    
    Merendamos y nos fuimos a dar una vuelta. Ese día cenamos afuera. Cuando volvimos la casa parecía vacía y la puerta de la habitación de Laura estaba cerrada. Supusimos que se habría ido a dormir temprano.
    
    A mitad de la noche tocan la puerta. Le doy permiso de que pase, mi amigo y yo estábamos acostados en nuestras camas. Como hacía ...
    ... calor dormíamos destapados. Prendí la luz y la vi. Estaba parada en el umbral de la puerta.
    
    No sé si era la calentura, el sueño o que mis ojos se estaban acostumbrando a la luz pero lo que veía me encanto. Estaba con su ropa de cama, una remera cortita que dejaba su ombligo al aire con unos shorcitos gastados. Sus piernas eran largas y torneadas, sus caderas no eran grandes pero tenía un trasero bien firme y parado, se notaba que hacia ejercicio, un abdomen plano y suave con una cintura que marcaba más la poca cadera que tenía. Sus pechos eran solo dos pequeños relieves bajo su remera de los cuales sobresalían dos pezones pequeños y duros. Su rostro me pareció más atractivo que antes, tenía la boca entreabierta invitaba a ser besada, sus ojos risueños brillaban como dos llamas de deseo con la luz de la lámpara, su pelo revuelto le daba un aire de salvajismo. Mi verga se endureció al instante. Era una columna presionando mi ropa interior a punto de perforarla. Quería saltar de la cama y empalarla sin previa alguna. Seguramente su conchita sería bien estrecha y mi gruesa verga la haría gritar al entrar de golpe por mas lubricada que esté.
    
    Yo: que pasa?
    
    L: nada. Solo quería... No importa- su voz se oía temblorosa como con miedo. Comenzó a girar para volverse a su cama.
    
    Yo: Espera que pasa no tengas miedo. Es por lo de hoy a la tarde?- movió su cabeza afirmativamente- acércate, decime que pasa.
    
    L: nada, te quería pedir perdón por el cachetazo que te di. No pude ...
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