1. Desafío de galaxias (capitulo 36)


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras Marisol se recuperaba de su grave deshidratación, la inspección de la nave apresada había puesto al descubierto que el plan de colonización bulban estaba mucho más avanzado de lo que se creía. Era cierto, que ya se había detectado algunos pequeños asentamientos civiles, pero lo que se había descubierto en los bancos de datos de la nave era un plan definitivo para pasar a este lado del portal a miles de millones de bulban en las antiguas naves con las que invadieron Magallanes hacia más de mil años. Poco se podía hacer, el República ya había comenzado su misión, y el destino de la galaxia estaba en sus manos, y aquí, el ejército combatía en dos frentes: en Beegis e Ikoma Tome. Pero ahora lo más urgente era decidir que hacer con los dos millón y medio de bulban hibernados, que definitivamente transportaba la nave. El asunto se había convertido en un conflicto político de enorme importancia con la intervención de activistas de derechos humanos en el Parlamento Federal. Los militares, con Marisol a la cabeza, propugnaban desconectarlos y matarlos, los políticos querían intentar una negociación con los bulban y utilizarlos como moneda de cambio. Y en medio estaba el presidente Fiakro.
    
    —Señor presidente, con el debido respeto, a toda esa chusma política se les ha ido la olla, —dijo Marisol—. ¡No me lo puedo creer!
    
    —Marisol, tranquilízate, a mí tampoco me gusta, pero es lo que hay, —la reprendió con suavidad el presidente— recuerda que esto es una democracia, y tú y ...
    ... yo respondemos ante el Parlamento, no lo olvides.
    
    —Lo sé señor presidente… pero es que me parece increíble.
    
    —Y es posible que les estemos dando un arma contra nosotros, —razonó Marión—. Ellos ya saben que estamos intentando algo importante en Magallanes, aunque seguro que no suponen de que se trata, y aquí están estancados en Beegis e Ikoma Tome. Si fueran inteligentes, aceptarían la negociación que les ofrecemos: ganarían tiempo.
    
    —Tampoco nos vendría mal a nosotros un respiro, —dijo Anahis— la situación en los frentes está cogida con alfileres, ellos no hacen más que acumular tropas allí y nosotros hemos tenido que acortar el adiestramiento de los reclutas para mandarlos directamente a los frentes y reforzar los contingentes.
    
    —De todas maneras la decisión está tomada, —afirmo Fiakro— el Parlamento ha votado y aunque haya sido por poco margen hay que acatar la decisión.
    
    —Pues al República no podemos pararlo, seria un suicidio, lo pondríamos al descubierto, —afirmó vehemente Marisol— y seria tirar por la borda el triunfo definitivo.
    
    —Tranquila Marisol, eso no va a pasar, —dijo Fiakro con una sonrisa—. Deberías estar más al tanto de lo que ocurre en el Parlamento.
    
    —Bueno… yo… es que…
    
    —Vamos a ver, —la interrumpió Fiakro— Anahis, ¿tú que opinas?
    
    —Hace tres meses, aprovechando un cambio constitucional sin importancia para adecuar la colonización kedar del sector 73, se introdujo un ligero matiz en el ámbito de aplicación de la carta magna: se especificó ...
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