Tres relatos de sexo
Fecha: 06/08/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... se habían presentado en la casa, supuestamente en busca de Joaco. Ella, ingenuamente los hizo pasar para que lo esperaran, y cuando fue a llevarles algo para tomar, vio en la tele de cuarenta pulgadas una escena pornográfica. “Chicos, por favor, acá no miren eso”. Estaba realmente indignada con la insolencia de los pendejos. “Mañana hablo con Joaco y le digo que no quiero que se vuelva a juntar con estos chetos maleducados”, se dijo. “Pero profe” dijo Marco, con una sonrisa enigmática “mire bien, la actriz es muy buena”. Belén miró la tele un instante. En ella aparecía una mujer de piel caribeña, con un hermoso pelo negro, largo y lacio. La mujer estaba completamente desnuda, tenía un cuerpo voluptuoso, sus caderas hacían una curva pronunciada y las nalgas eran redondas y grandes. Belén no podía creer lo que veía, pero la siguiente imagen la hizo convencerse: apareció un rostro en primer plano. Un rostro atractivo, con unos ojos verdes que brillaban en medio de ese mar de piel bronceada. La boca de la mujer se abrió y engulló una verga gruesa y venosa, que se le metió adentro hasta que los bellos púbicos del hombre que la penetraba chocaba con su nariz y labios.
“Sale muy linda comiéndose la pija del profe Gustavo” dijo Marco, más odioso que nunca. “Ojalá hubiese podido hacer que lo echen” pensó Belén con remordimiento, al recordar todas las veces que la trató despectivamente y que le faltó el respeto. Pero las autoridades de la escuela no se habían animado a expulsarlo, ...
... ni siquiera, cuando Belén se había quejado de que Marco le había rozado las nalgas. El chico había asegurado que fue sin querer, y el caso había quedado ahí.
En efecto, la mujer que salía en ese video comiéndose la pija, era ella misma, y el hombre no era precisamente su marido. Pensó en las implicaciones que eso podría tener si el video salía a la luz: la echarían de la escuela, su marido la dejaría, quedaría como la más puta de las profesoras, su hijo la odiaría, y a él le harían la vida imposible en la escuela. Para colmo, a esas alturas del año ya no podría conseguirle vacantes en otra escuela.
Cuando salió de su ensimismamiento se dio cuenta de que los chicos ya se estaban desvistiendo. “Nuestro silencio se paga, profe” dijo Marco. Belén sintió cómo un calor se le subía hasta la cara y la sofocaba de tal manera que le nublaba los pensamientos.
Ahora los cuatro cuerpos desnudos la rodeaban y la manoseaban por todas partes. “que puta linda” le decía uno “que pedazo de ojete” susurraba otro, mientras su mano subía y bajaba en su nalga izquierda. “Así me gusta, calladita y obediente” dijo Marco, mientras le estrujaba las tetas. Esto hizo que Belén por fin reaccione. “¡No! ¡Me sueltan ya!” ordenó. Pero los cuatro muchachos estaban demasiado excitados para hacerle caso, además, consideraban que si ella les había permitido llegar hasta esa situación sin quejarse era porque había accedido al trato: el silencio de ellos, a cambio del cuerpo de Belén. Por eso sus exalumnos ...