Me vio vestida de mujer y me rompió el culo en su camión
Fecha: 01/09/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: janet70, Fuente: SexoSinTabues
... completamente poseído por los efectos del alcohol. - ¡Esperá estúpido!, ¿pudiste observar si alguien te vio entrar? - Le repliqué muy desconfiada. - No, vine solito. - Me contestó. - ¡Boludo!, ya sé que viniste sólo. Pero, ¿no viste si alguien te siguió? - Nuevamente le pregunté. Entonces se destinó a tomar de mi cintura y tratar de bajar mi culote. - Dejate de joder y sacate la bombachita. - Me ordenó. De inmediato le retiré sus manos de mi bombacha y le dije. - ¡Qué te pasa boludo! ¿No ves que si entera tu tía nos va a hacer mierda? Sin pensarlo, se bajó su pantalón junto a su slip, y de ese modo, pude ver otra vez su pija bien parada. Soy sincera, ¡la noté muy grande y muy rica! Pero todavía me dolía muchísimo mi colita. No podía dejar que me la terminara de desgarrar. Entonces muy sutilmente decidí. - Sentate en la silla mi amor. Por mostrarme esa verga te voy a dar un tratamiento muy especial. Sentado, con su pantalón y su slip hasta los tobillos, me arrodillé sobre un cojín casi a sus pies y acerqué mi boca a la glande de su pene. No sabía cómo empezar. Nunca antes en mi vida había mamado una pija. Pero los videos porno que vi en Internet me enseñaron cómo hacerlo. Además no me quedaba otra, o se la comía con mi boca o me aniquilaba mi trasero. Sin dudarlo le sujeté su poronga con mi mano derecha desde la base, y poco a poco comencé a lamer su cabeza con la punta de mi lengua, así como se lame un helado. Cerré mis ojos y empecé a disfrutar con mi lengüita toda su ...
... tierna cabecita. Segunditos más tarde y muy levemente me fui introduciendo ese exquisito pedazo de carne. Con más confianza, me animé a más, me decidí a frotarla con mi mano derecha y mover mi cabeza para metémela y sacarla de mi cavidad bucal. Trataba de tragarme ese trozo de carne todo lo que más podía, pero no llegaba a entrar ni la mitad. Cada segundo que transcurría, se la seguía chupando con más fuerza, mientras mi saliva bajaba por su pija recorriendo toda su longitud. - ¡Qué rico puti! Uyyyy, ¡cómo me la chupás! Seguí, seguí así, no parés. - Me decía deleitado de gozo. Yo continuaba chupando y chupando de manera endemoniada. En un instante sentí en mi mano derecha toda mi saliva, que caía y caía hasta llegar a sus huevos, aunque no estaba afeitado ¡Cómo deseaba tener esa pija dentro de mi culo! Pero no podía, tenía que hacerle eyacular. - ¡Ahhhh!, ¡ahhhh!, no parés, no parés. ¡Seguí así! - Me exclamaba desesperado. Entonces tomó con sus manos de mi cabeza y se lanzó a acompañar el vaivén de mi boca comiendo casi toda su verga. Ambos estábamos enloquecidos. Al abrir mis ojos, noté que sus párpados estaban caídos y todos los músculos de sus piernas contraídos. Hasta que decidí en pasarle los dedos lubricados con mi saliva de mi mano izquierda, por sus testículos, bien suavecito. -¡Ahhhh!, ¡No aguanto más!, ¡Ahhhh! ¡Ahhhh! ¡Ahhhh! - Exhaló por su boca hasta su última porción de aire. De esa forma, estalló en una inevitable eyaculación en mi boca. No dejó ni una gota de su ...