Negación - Capítulo 2
Fecha: 15/08/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos
... diferentes hospitales, clínicas y centros de salud, a mejor los sistemas de salud, optimizar tiempo y recursos. Me sentía comprometido con mi trabajo. Y enfocaba casi todas mis energías mentales en obtener los logros y beneficios que, aparentemente traía para las personas mi trabajo.
- Hola – me dijo la voz femenina con la que había tenido un altercado telefónico esta mañana.
- Buenos Días – le dije, dándome vuelta lentamente, para retirarme a la oficina, donde me esperaba mucho trabajo por hacer.
Caminé, y mientras lo hacía, esperé que ella me llamara para arreglar las cosas, que me dijera que me podía ayudar, yo de verdad necesitaba su ayuda. Pero éramos dos titanes obstinados y orgullosos, y no daríamos nuestros brazos a torcer tan fácilmente. Entre rápidamente a mi oficina cuando la vi avanzar por el pasillo. Era hermosa. Alta, piernas largas, y cabello castaño, crespo que le caía a cascadas por la espalda. Tenía piel dorada y unos ojos cafés suspicaces, de los cuales no escapaba nada, la arquitectura de su rostro y los labios hacían que te perdieras en su belleza, y sin embargo, había un no sé qué en esa cara, que te hacía querer salir corriendo. Esa era Claudia, mí Claudia.
No perdí más tiempo pensando, y me voltee para ver que tres de los cuatro escritorios ya estaban ocupados por sus respectivos dueños. El espacio era amplio, las paredes tenían un tono gris, y las ventanas daban al patio interno del establecimiento. Donde rosas florecían y el verde del ...
... pasto me sacaba la lengua. En cada esquina había un escritorio, cada uno con dos sillas, separados por una especia de biombo que nos entregaba privacidad, además, cada cédula individual contaba con su propio estante con archivadores. En el centro, había una mesa, que utilizábamos para hacer los planes que nos permitían mantener las cosas andando.
Me dirigí a mi puesto, y salude a los chicos con la mano, hoy no tenía ganas de un desayuno grupal, ni de perder el tiempo hablando, mi enojo por Claudia crecía, y me volvía apático. Ellos parecieron entender mi humor de perros, y no dijeron nada.
Encendí mi ordenador, y lo primero que hice fue comprobar mi cuenta bancaria. La transferencia estaba hecha, como lo prometió. Fue emitida durante la madrugada a las tres con quince minutos, el emisor del cargo a mi cuenta era Antonio San Martín.
Acaricié el nombre sobre la pantalla, preguntándome hasta qué grado tenía razón Claudia respecto a que no debía involucrarme con este hombre al que apenas conocía, pero con el que había soñado tantas veces, al que me entregaría por completo si me lo pidiera, pero el que al parecer, solo estaba interesado en el orificio entre mis nalgas. Y luego miré el Comentario de la trasferencia, ponía cuatro letras, solo cuatro letras que separaban lo que era y lo que podría ser. PUTO. Esa era mi realidad. Eso era lo único que yo significaba en su vida. Y yo lo aceptaba.
El tono de mensajes de mi celular sonó. Mire la bandeja, era él.
Hoy a las ...