-
El Cazador - Parte 7
Fecha: 23/08/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues
... sujeto. Es un animal ―dije, dejando salir toda mi rabia. ―¿Te ha hecho daño? ―No, a mí no, pero si a un amigo mío. No debería andar suelto por ahí. ―Olvídalo, no vale la pena ―dijo y luego se movió hacia la salida de la piscina. ―¿A dónde vas? ―pregunté al verlo con intenciones de irse. ―Tengo que ir al baño, ahora regreso. Ver a Armando salir desnudo de la piscina, con sus nalgas gruesas, de hombre, moviéndose de un lado a otro con cada paso que daba, casi logran distraerme, pero la cólera que sentía hacia ese hombre que había lastimado a Santi era mayor que mi excitación en ese momento. Sentía que tenía que hacer algo, que no estaría tranquilo si dejaba ir a Ben sin hacer algo. ¿Pero que podía hacer yo para darle su merecido? Ese hombre era enorme y mucho más fuerte que yo. De ninguna manera podría ganarle en una pelea o algo… ¿Qué más podría hacer? Movido por la curiosidad y mis ganas de hacer justicia para Santi, salí de la piscina y empecé a seguir a Ben y a los hombres que venían con él, mientras caminaban por las instalaciones. Eran tres los hombres que lo seguían, tres hombres y un joven que venía detrás de ellos, como siguiéndoles los pasos. El ultimo era diferente a los demás hombres, era claramente más joven y tenía en su rostro una expresión de miedo, mientras que los otros tres sólo se veían incomodos y enojados. Luego de un momento de seguirlos, todos entraron a una cámara de vapor grande que había al final del pasillo, mirando sospechosamente a todos lados ...
... antes de ingresar. Me tomó varios minutos tomar valor para entrar a la cámara. El vapor cubría casi todo el lugar y era difícil ver más allá de mi nariz, lo que me servía muy bien para que nadie me reconociera. No estaba seguro de porqué hacía todo eso o de que quería ganar, lo único que sabía era que quería saber más de ese sujeto, tal vez escuchar algo que pudiera servirme en su contra. Pero lo único que pude escuchar eran los gemidos excitados de un joven y el familiar sonido de un par de nalgas chocando con una pelvis dura. ¿En serio? ¿Estaba tirando de nuevo? ¿Allí? Ese tipo no tenía límites. Sin querer que me vieran, me arrodillé en el suelo y empecé a arrastrarme poco a poco, siguiendo los gemidos hasta que el vapor se hizo menos denso y pude ver al enorme hombre introduciendo su enorme pene dentro del culo del joven que iba detrás de ellos hace un instante. Los gritos y gemidos de aquel muchacho llenaban por completo aquella habitación. Podía ver que sufría para aguantar aquel enorme pedazo de carne, pero al igual que Santi en su momento, él tampoco se quejaba o pedía que se detuviera. ¿Por qué harían algo así? Poco a poco me acerqué por un lado, para observar mejor la escena, ahora ya más por morbo que por querer investigar algo. Debía admitir que los gemidos del pasivo me estaban calentando más de la cuenta, obligándome a acercarme más y más para observar mejor como todo aquel enorme pene se perdía entre las nalgas blancas de aquel joven. Entonces un par de manos ...