Mi casero el africano
Fecha: 23/08/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
... pues llevaba toda su vida en México, dueño de al menos una docena de departamentos en esta zona, se decía a el mismo “amigo de la juventud mexicana“ pues un requisito para rentarte uno de sus departamentos, es que debías ser estudiante y tener buen promedio”, a cambio Don Kujah te ofrecía un departamento pequeño pero lindo a precio accesible. Don Kujah parecía distinguido, siempre vestía de traje y lo caracterizaban sus zapatos de charol siempre perfectamente boleados, Don Kujah era un tipo muy callado pero muchas veces yo misma note que a sus inquilinas nos veía con cierto interés, nos miraba de arriba abajo con disimulo. Recuerdo que Don Kujah tenía su departamento en la planta baja del edificio contrario a donde estaba el mío, solo había pasado una vez, justo cuando firmamos mis padres y yo el contrato de renta con él. Su departamento era mucho más grande que cualquiera de los demás, pues había acondicionado dos departamentos contiguos y derribado algunas paredes para formar uno solo.
En aquél entonces era una buena estudiante, aunque me gustaba mucho la fiesta y mi vicio principal era comprar ropa digamos de manera compulsiva, por ello tenía muchos problemas con mi administración mensual. Mis papas me depositaban lo acordado y siempre un generoso extra de dinero para ayudarme con el equipamiento de mi nuevo hogar, sin embargo, era tan mal mi organización que gastaba de mas en ropa y maquillaje, por lo que mas de una vez tuve que pedir un poco mas de dinero a ellos para ...
... lograr sobrevivir ese mes, mis padres no me dejaban sola, pues mis calificaciones y el hecho de haber conseguido un trabajo de estudiante hablaban bien de mi, sin embargo me advirtieron una vez que sería la última vez que me sacarían del problema, hicieron esto para que aprendiera a administrar mi dineros de forma mensual… ¡Por supuesto no lo logre!
Los siguientes días intenté conseguir prestado de algunos compañeros de la universidad, aunque si logre conseguir que se solidarizaran conmigo, la verdad es que no llegaba a cubrir todo lo necesario. Así que después de pensarlo mucho, me decidí a pedirle apoyo a Don Kujah. Un día antes de que se cumpliera mi fecha límite para pagar mi renta, llegando del trabajo, como a eso de las 9:30pm, antes de pasar a mi departamento, decidí ir a hablar con mi arrendador, totalmente convencida toque el timbre de su departamento, tardo un poco en abrir, hacía mucho frio por lo que me ofreció pasar a su estancia, así lo hice. Era una sala antigua de cedro, con tercio pelo rojo; después podía verse los pasillos que conectaba con los respectivos baños y las habitaciones. Comencé a contarle mi falta de administración, incluso invente que no podía pagarle la renta a tiempo debido a que necesitaba unos materiales para la escuela. El me miro un poco frío, se levantó de su asiento, el sillón individual de cedro, que tenía un respaldo alto, y unos descansabrazos aterciopelados. Dio unos pasos hacía mí, cabe decir que ese día la ropa me sentaba bien, ...