1. El Cazador - Parte 3


    Fecha: 24/08/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    Darme un buen baño siempre ha sido parte de mi rutina diaria, por higiene y buena presencia, y también porque nunca se sabe cuándo puede caer algo de acción. Muchas veces tuve que actuar rápido y levantarme a un pasivo en el lugar menos esperado, sin tener tiempo para refrescarme en mi casa o en la suya. A veces un buen culito aparece cuando menos te lo esperas y no puedes dejar que se te escape. Siempre es bueno estar limpio y perfumado, listo para todo tipo de situaciones… Esa es mi regla número 10… ―Hey Karlita ¿Ya están saliendo? ¿Nos vemos de frente en la disco? ―pregunté con el teléfono en mano, al salir de la ducha. ―En la disco, Sami… Nos vemos allá… Ya estamos saliendo ―contestó y luego cortó. Sin perder tiempo me puse mi mejor ropa, me perfumé bien y salí de mi habitación, emocionado por la posibilidad de encontrarme con Max en la disco. No quise ser tan obvio, por eso no le pregunté a Karlita si había logrado comunicarse con él, pero esperaba que sí. ―¿En verdad no quieres ir con nosotros? ―pregunté a Martin, cuando lo vi tirado sobre el mueble, con un pan en una mano y el control remoto en la otra. ― ¿Disco de heteros? Nahh… Paso ―dijo haciendo un gesto de fastidio, luego su expresión cambió como por arte de magia. ― ¿Irá tu amigo Mati? ―preguntó con los ojos bien abiertos. No pude evitar sonreír divertido por su reacción. ―Sí, irá… con su flaca… De inmediato la emoción en el rostro de Martin desapareció y volvió a poner el gesto de fastidio que tenía antes. ...
    ... ―Lastima… ese tio está bien guapo y tiene un culo riquísimo… De verdad que es un desperdicio que un hetero tenga semejante culo y no lo use para cosas ricas ―dijo con desgano y luego volvió a poner atención a la televisión. Debo indicar que no podía estar más de acuerdo con lo que Martin decía. Como ya lo había mencionado antes, Mati era un chico muy guapo y por si eso fuera poco, tenía uno de los traseros más perfectos que había visto. No había pantalón que pudiera ocultar la redondez de sus nalgas y la firmeza con la que se movían cuando caminaba. Debo admitir que cuando lo conocí lo único que quería hacer era enterrar mi cara entre sus nalgas y cogérmelo todo el día, pero gracias a mis reglas pude controlarme y no hice nada para intentar algo con él, pero me tomó varios meses poder dominar mis instintos… Fue una época muy difícil… ―Nos vemos luego, entonces ―dije despidiéndome de Martin y luego salí por la puerta de mi depa. Todo el camino a la disco me la pasé nervioso, pensando en cómo reaccionaría con Max cerca… Me preocupaba que sólo con verlo de pie en clases me haya excitado tanto… ¿Cómo iba a reaccionar al verlo bailar y de repente hasta chocarme con su cuerpo de vez en cuando? Mi erección no sería nada fácil de ocultar si lo veía mover su cuerpo al ritmo de la música… Me tomó varios minutos encontrar a mi grupo de amigos en medio de la oscuridad y ruido de la discoteca. El lugar parecía más grande de lo que recordaba. Parecía haber pasado una eternidad desde la última ...
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