-
El Cazador - Parte 3
Fecha: 24/08/2019, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues
... vez que salí de juerga. Nunca fui mucho de la vida nocturna, ya que prefería ocupar mi tiempo en actividades mucho más placenteras y hogareñas. Luego de saludar a Karlita, Mati y Marco, y de buscar con la mirada por todos los alrededores en busca de Max, me volví hacia Karlita de nuevo, incapaz de contener mi curiosidad. ―¿Qué fue de Max? ―pregunté, tratando de lucir lo más casual posible ― ¿No pudo venir? ―No, nada… Tenía una clase mañana temprano, dijo que para la próxima ―contestó Karla y no pude evitar que mi rostro decayera por la decepción. Realmente me gustaba ese muchacho. ―Lastima ―sólo atiné a decir, bajando la mirada. Luego, al darme cuenta de que estaba siendo demasiado obvio, cambié mi expresión de golpe―… Bueno ¿Qué esperamos? ¡Vamos a celebrar! No sé si fue por el despecho o porque realmente no había salido de fiesta hace mucho tiempo, pero en las siguientes dos horas me dediqué a tomar y tomar. Las botellas de cerveza llegaban de a montones. No recuerdo haber bebido tanto en mi vida como aquella noche y no sólo yo… todos parecíamos vikingos sedientos después de regresar de una batalla. Pero a pesar de estar bastante tomado, aún conservaba completamente la conciencia y la capacidad de recordar… fue por ello que un rostro familiar entre la multitud de gente llamó mi atención y me hizo separarme de mi grupo mientras caminaba detrás de él, cruzando el mar de gente sin haber reconocido plenamente de quien se trataba. Una vez estuvimos bastante lejos y apartados ...
... de todos los demás, en una pequeña esquina olvidada en ese oscuro lugar, por fin pude reconocerlo. ―Parece que es nuestro destino encontrarnos de casualidad, ya son dos veces este día ―dijo con voz sensual y algo exagerada, al parecer no era el único que se había pasado de copas. Sus mechas rubias apenas si se podían distinguir en la poca luz, a diferencia de sus bellos ojos claros que brillaban como los de un gato. La expresión en su rostro era muy diferente a la que tenía en la mañana, luego de que lo encontrara tirando con su profesor. Esta vez no había nada de timidez o miedo en sus ojos, sólo deseo. ―Al menos esta vez no te encontré con los pantalones abajo ―contesté sonriendo y luego caminé un paso hacia él―… me quedé esperando tu llamada. ―Iba a hacerlo mañana, pero parece que no fue necesario ―contestó el muchacho, mientras daba un paso hacia atrás, hacia un pequeño cuarto oscuro que se encontraba justo detrás de él, uno de esos lugares donde guardaban escobas y trapeadores. ―Nunca me dijiste tu nombre ―dije, tratando de sonar lo más sensual posible, aunque no creo haber hecho un buen trabajo con todo el alcohol que traía encima. ―Cris ―contestó el muchacho, dando otro paso hacia atrás, ya casi dentro del pequeño cuarto. ―Me llamo… ―dije y mi mente de inmediato recordó la primera regla, de forma automática ―… Alex. ―Un placer ―dijo y en un rápido movimiento me tomó del polo y me jaló dentro del pequeño cuarto, plantándome un rico y jugoso beso apenas nos cubrió la ...